Además de los viajes, la comida me quita el sueño. Siempre he dicho que tengo alma porcina y hasta el día de hoy lo creo.
Con pocos días para estar en un país donde cada rincón es digno de visitar, decidimos tomar un auto desde París y recorrer la región de Borgoña, famosa por sus vinos. Por Isabel Cameron.
Viajar por el mundo es aprender nuevas recetas para recordar. Porque cuando saboreo un gusto familiar, vuelve a mi mente un recuerdo que creía perdido.
¿Se puede estar muerto de la risa 24 horas al día? En Gili Trawangan sí, porque es la isla de los hongos alucinógenos.
Después de ver miles de templos, andar en las peores rutas y cargar mi mochila todos los días ¡era hora de irse de fiesta!
Decidí viajar el 31 de diciembre. Me seducía la idea de pasar la noche de año nuevo a bordo de un avión con destino a algún país lejano.
En Las Vegas todo (literalmente) es posible, si se cuenta con harta energía y varios dólares en el bolsillo. Por Mauro Seguí.
Durante mi intercambio en Milán, me di cuenta de que la cocina es mi pasión. Y me propuse hacer un curso en Italia.
No hay mejor modo de conocer un lugar a través de sus sabores. En esta ocasión probé la especialidad mexicana: grillos fritos.
En varios países es muy fácil toparse con puestos que ofrecen anticuchos de escorpión o tarántulas fritas. ¡Junta hambre!
Soy fanático de la comida y siempre pruebo los sabores locales cuando viajo. ¿Quieres saber qué descubrí en San Francisco?