Mi inocente visita a la Sagrada Familia terminó conmigo metida en una despedida de soltero en Barcelona.
La experiencia de los tambores, el rito milenario, la adrenalina frente al fuego y el estar dentro de una caverna antiquísima fue mágica.
Las fiestas que no terminan y las playas que parecen fuera de este mundo fueron las razones para comprar un pasaje a una isla que no pierde su magia.
Había bromeado mucho con pasar un año nuevo en París. Una vez ahí fue difícil describir la experiencia de conocer la ciudad de las luces un 31 de diciembre. Por Ximena León.
Conocí la isla del carrete mundial pero de forma bien chilensis. Y las experiencias que viví me permitieron despojarme de algo más que mis prejuicios.
Se convirtió en mi nuevo sueño por cumplir, pues une las cosas que más amo en la vida: la comida, la culturas y los viajes.
La semana pasada les mostré los 5 mejores platos que probé en Asia. Esta es la segunda parte (con bonus track incluido).
Cuando estás de viaje nadie te conoce y las posibilidades de que te vuelvas a topar con las mismas personas en la vida son mínimas, y si sucede, ¿qué importa?
Esta es la primera parte de los mejores platos que probé en Asia, entre puestitos de la calle y restaurantes.
Italia es de esos países que uno siempre tiene en mente conocer. Por sus sabores, su geografía, su cultura, su idioma, y bueno, también por sus ejemplares masculinos.
Hace un tiempo una amiga me habló de las Fallas de Valencia, prometiéndome que sería una de esas experiencias que realmente vale la pena. Y lo comprobé. Por Gonzalo Mardones.
En la vida nos creamos una idea de los lugares sólo por prejuicios, pero siempre hay un lado B que nos puede sorprender, encantar y enseñar que estábamos completamente equivocados.