Llegué a Novosibirsk un año nuevo, tal vez el mejor de mi vida, pues empecé el 2015 haciendo lo que más me gusta: viajar.
Tengo ganas de conocer mi hermoso país que, para el resto del mundo, suele ser la última frontera por explorar, pero que para muchos de nosotros no es ni la primera.
Viajar por el mundo es aprender nuevas recetas para recordar. Porque cuando saboreo un gusto familiar, vuelve a mi mente un recuerdo que creía perdido.
Ir a Nueva York es perder un avión porque quizás no te querías ir. Es un regreso a la vida, al tiempo vestido de tiempo.
Me habían hablado tanto del “infernal” bus que viajaba de Vientiane a Hanoi, que necesitaba saber qué tan terrible era. Esta es la historia de una pesadilla que duró 29 horas.
Para que mi estadía en El Tunco fuera completa, decidí tomarme todo el tiempo necesario y disfrutar el lugar al máximo.
¿Se puede estar muerto de la risa 24 horas al día? En Gili Trawangan sí, porque es la isla de los hongos alucinógenos.
Con una visita quedé enamorada de Londres, una ciudad moderna, cosmopolita, histórica y bohemia. Por Nicole Olivares.
El destino era inesperado, pero resultó ser increíble: sin duda, Salinas Grandes es uno de los salares más lindos de Sudamérica.
Estuve en Kuala Lumpur hace varias décadas y no me gustó mucho. Durante mi viaje por el Sudeste Asiático decidí volver y me sorprendrí: la ciudad logró conquistarme por completo.
Como siempre me intrigó Nepal, en mi viaje por el mundo no podía dejar de cumplir ese sueño viajero. Por Hugo Cantuarias.
Llevo sólo unos meses en Australia y tengo una vida perfecta. ¿Quieres saber qué hice para llegar hasta acá?