No sé si es por la cultura, el idioma o las tradiciones, pero me siento atraída por conocer desde dentro una comunidad gitana.
Viajar a India es volver el tiempo atrás, retroceder siglos a un lugar en donde la vestimenta, el lenguaje, los modales, la religión y hasta la forma de relacionarse es completamente distinta.
París todavía guarda rincones romanticones. Sitios que miran a los turistas desde lejos, saboreando la vida cotidiana de los parisinos.
Aunque este sueño me aterra, por el momento le doy forma en mi cabeza, para cuando llegue el día de visitar esta ciudad fantasma.
Porque Sevilla tiene lo mejor del mundo español y del mundo árabe. Porque Sevilla es simpática, alegre y bohemia. Porque Sevilla solo puede ser uno de mis lugares en el mundo.
A pesar de que todos me decían que el viaje sería comlicado, dejé de lado todos los prejuicios y me atreví a descubrir Egipto. ¡La sorpresa fue increíble!
Hace 20 años que no visitaba la Polinesia Francesa. En Papeete las cosas no han cambiado mucho, pero de todas maneras aprovecho la pasada para conocer la isla.
Cuando escuché por televisión el llamado a rezo de los musulmanes, quise convertir este sonido en un sueño cumplido.
Para mí, la ciudad de los vientos debería estar en el primer lugar entre los destinos más visitados de USA, desplazando a Nueva York, San Francisco y Miami. Hoy quiero contarles por qué.
Tengo ganas de sentir su vibra mágica y empaparme con su cultura. Tengo ganas de Machu Picchu.
¿Cómo será vivir en un ger? ¿Cómo se sentirá estar en constante movimiento, como lo hacen los nómades de Mongolia? De aquí nace mi sueño.
En pleno Festival de Montgolfières, y a bordo de un globo aerostático, pude ver las maravillas de Quebec desde las alturas.