Quito, Galápagos y Mashpi Lodge. Sierra, islas volcánicas y un bosque nuboso. Mi mujer, mi hijo y yo. Así, en un dos por tres, surgió este viaje que atesoro en mi alma. Toda una trilogía.
Luego de estresantes preparativos y mucho trabajo para nuestro matrimonio, lo único que queríamos era echarnos de guata al sol y disfrutar de nuestra luna de miel.
De mi alma “busquilla” nació este sueño de visitar alguna vez este recóndito lugar llamado Madagascar. Ya les explico por qué.
Para que mi estadía en El Tunco fuera completa, decidí tomarme todo el tiempo necesario y disfrutar el lugar al máximo.
El destino era inesperado, pero resultó ser increíble: sin duda, Salinas Grandes es uno de los salares más lindos de Sudamérica.
Como siempre me intrigó Nepal, en mi viaje por el mundo no podía dejar de cumplir ese sueño viajero. Por Hugo Cantuarias.
Tenía el nombre grabado y sabía que si algún día iba a Asia, tenía que sentarme a ver cómo el sol se ponía en Halong Bay.
Hace un tiempo viví un año en Auckland y, aunque la ciudad es maravillosa, había un lugar que llamaba mi atención: Cape Reinga.
Por fin cumplí el sueño viajero de visitar Altos de Chavón, un increíble tesoro dominicano. Por Francisca Jorquera.
En Nepal me enamoré de Chitwan, un rincón del que no sabía nada, pero que se volvió emocionante y hermoso.
En el Sahara vi la postal más maravillosa, una escena mucho más impresionante que cualquier sueño viajero que había imaginado.
Tras una ajetreada parada en Manila, llegamos a Palawan para cumplir un anhelado sueño viajero: recorrer el Underground River.