Desde Ulán Bator seguí los pasos de Genghis Khan. Viví con nómades y llegué a Kharkhorum, ex capital del imperio mongol.
El sueño era un roadtrip por Uruguay y el personaje era la Mochilenta, la versión chilensis de la mítica “Wilson”.
Al llegar a Irkutsk me esperaban -30°C (nuevamente), un lago congelado y un paseo a una maravillosa isla llamada Olkhon.
Un día conocí a un argentino que estaba recorriendo América en una combi. A él le agradezco este nuevo sueño viajero.
Vivir lejos de mi hogar me ha dado los mejores momentos, como encontrar al amor de mi vida. Por Mario Valdebenito.
Llegué a Novosibirsk un año nuevo, tal vez el mejor de mi vida, pues empecé el 2015 haciendo lo que más me gusta: viajar.
Tengo ganas de conocer mi hermoso país que, para el resto del mundo, suele ser la última frontera por explorar, pero que para muchos de nosotros no es ni la primera.
Me habían hablado tanto del “infernal” bus que viajaba de Vientiane a Hanoi, que necesitaba saber qué tan terrible era. Esta es la historia de una pesadilla que duró 29 horas.
Había sólo -16°C en Čortanovci, Serbia, cuando escuché llanto en un basurero. Esta historia vino después. Por Joaquín Bastías.
La motivación del sueño de viajar un año por el mundo.
En la estación de trenes el Transmongoliano se volvía realidad por tiempo indefinido, convirtiéndose también en un sueño cumplido.
Si tienes poco presupuesto para alojar durante tu próximo viaje y te gusta conocer gente local, Couchsurfing es la mejor alternativa.