La tercera vez que fui a Nueva York lo hice sola. Por más críticas que recibí, creo que tomé la mejor decisión. Conocí personas increíbles y me sumergí en nuevas culturas.
Todavía no soy capaz de explicar por qué viajo. Viajar me emociona, me hace feliz y pleno, y me conecta con personas distintas pero a la vez muy parecidas.
Nos levantamos de madrugada para nuestro esperado vuelo en globo por Capadocia. Cumplir ese sueño en mi cumpleaños 31 no tuvo precio. Por Ximena León.
Hay lugares que aún no sobreexplotados, donde se puede conocer la verdadera esencia de su cultura, paisajes, comidas y espontaneidad. Como Karimunjawa.
Tomamos el tren a Ljubljana, una capital que nos encantó. Es que Croacia tiene virtudes de sobra para entregar.
Viajar en una combi te enseña que la vida se disfruta paso a paso y que la felicidad es el camino mismo y no el destino.
Este es el relato de mi recorrido por Phnom Penh y cómo Mao, mi guía, cambió mi modo de ver las cosas.
Cuando veo algo relacionado con los Himalayas me imaginando conociendo los templos de Lhasa, caminando por Katmandú o descubriendo esas increíbles montañas.
En nuestro afán por coleccionar playas, nos fuimos de vacaciones a un lugar que hace rato nos estaba tentando: Bocas del Toro.
Vivimos un sinfín de aventuras en la selva y terminamos el recorrido en Kuélap. ¡El viaje tuvo un final inesperado! Por Catalina Bravo.
Los amigos árabes que he hecho en el último tiempo me provocaron ganas de conocer Arabia Saudita. Pero, por lo que averigüé, no es tan fácil entrar al país.
Lo que me encanta de los viajes es cómo a veces dan un vuelco inesperado. En Siem Reap vivimos esta hermosa experiencia.