Tenía a Pompeya entre ceja y ceja. Ya amaba sus antiquísimas calles antes de conocerlas, y esperé casi tres años para llegar a ellas.
Hoy les cuento por qué este ha sido el lugar al que mi imaginación vuela cuando necesita escapar de forma momentánea.
A pesar del invierno boliviano, este viaje fue inolvidable. ¡Esta es la primera parte de un sueño que me dejó enamorada del desierto!
Esta fue una de esas ciudades que me cambió la vida y me desarmó el rompecabezas. Allí perdí piezas viejas, pero gané muchas nuevas.
Anoche soñé con Florencia, una ciudad que reúne muchísimos elementos. Es una capital cultural y, en su minuto, también lo fue del país de la bota.
Una pequeña lista de ciudades increíbles que enamoran en días de rutina, en las que me gustaría pasar el próximo Año Nuevo.
Espero volver a cada uno de estos lugares y poder disfrutar de ellos como la primera vez. Mis expectativas son altas, lo sé, pero también mi capacidad de asombro es infinita.
Tengo tantos sueños viajeros que no podría elegir uno solo. Pero hay uno de estos viajes imaginarios que tengo entre ceja y ceja.
La esencia de Italia vive en Nápoles y, si visitas la ciudad, es probable que quedes prendado de su locura, al igual que yo.
Nuestra estadía en Venecia coincidió con la Bienal de Arquitectura 2014. El intento por ir fue fallido, pero no en vano. Por Rosario Infante.
Ir a Atenas fue cumplir un sueño, el de conocer la capital de la civilización que prácticamente creó la cultura occidental. Por Rosario Infante.
Santorini es un pedazo de paraíso rodeado de mar turquesa de ensueño, y riscos coronados de construcciones mediterráneas blancas como perlas. Por Rosario Infante.