Magia en San Pedro de Atacama (parte I)


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A pesar de la llegada del invierno boliviano, nuestra experiencia en San Pedro fue inolvidable. ¡Esta es la primera parte de un sueño que me dejó enamorada del desierto!

 

Debo comenzar reconociendo que soy una fanática del sur de Chile y que no pensé enamorarme tanto de paisajes diametralmente distintos al de los bosques, ríos y lagos sureños. Pero así fue y no tuve opción alguna. El paisaje lunar y extraterrestre del desierto de Atacama es atrapante e hipnótico. Debe ser su infinitud, el vacío coloreado sólo por tierra y rocas, el sol en lo alto y el invierno boliviano que nos fue a visitar y nos regaló una experiencia única.

Me gustaría contarles cómo fui conociendo estos maravillosos paisajes nortinos en el orden cronológico en que los descubrimos (siempre junto a mi compañero de viajes y de vida).

San Pedro de Atacama es mucho más que el pueblito maravilloso y lleno de vida donde podemos alojar; está rodeado de monumentos naturales dignos de locaciones hollywoodenses y de todos nuestros sueños de naturaleza.

Géiseres del Tatio, Chile

Con mi compañero de viajes y de vida

Los géiseres del Tatio

Tuvimos la suerte de que este fuera nuestro primer panorama, ya que en la tarde del mismo día en que visitamos los géiseres llegó el invierno boliviano a San Pedro y cerró muchos accesos, entre otros, los que llevan al Tatio.

Los géiseres están ubicados a 4.200 metros de altura y, para los que no estamos acostumbrados a ella, la diferencia se siente. Es, además, el tercer grupo de géiseres más grande del mundo y el campo geotermal a más altura del planeta; es decir ¡es un imperdible!

Para mí la mejor opción es tomar un tour desde San Pedro que te lleve de excursión a los géiseres. Así vas con personas que saben del tema, que te guían y que están preparados para cualquier eventualidad. Estos tours están hechos para que disfrutes el amanecer en el campo geotermal, lo que es un verdadero espectáculo. Sólo debes estar dispuesto a levantarte cuando otros recién vuelven de la fiesta, pero créeme, la recompensa es tremenda.

Géiseres del Tatio, Chile

En los géiseres del Tatio

Lagunas altiplánicas: Miscanti y Miñiques

Ubicadas en el Altiplano, son parte de la Reserva Nacional Los Flamencos. Ambas lagunas son originadas por agua subterránea y están conectadas entre sí bajo tierra. Mientras Miscati tiene 13,4 kms2 de superficie, Miñiques tiene tan sólo 1,5 kms2. Pero son tan hermosas y distintas, que nada tiene que envidiarle una a la otra.

El agua azul y cristalina de Miscanti es de ensueño; es un real espejo de agua que refleja un cielo aún más azul y bordado de nubes blancas como la nieve. El cerro Miscanti y el volcán Miñiques se elevan sobre esta laguna y completan un paisaje que parece irreal.

Miñiques, por su parte, nos regaló la vista más hermosa de todo el viaje: una madre alpaca y sus dos crías disfrutando de la laguna, corriendo libres alrededor del agua cristalina. Fuimos meros espectadores de una naturaleza cien mil veces más perfecta que cualquier creación humana.

Laguna Miscanti, Chile

Laguna Miscanti

Laguna Piedra: ¡al agua pato!

La laguna Cejar es el destino turístico típico en el salar de Atacama, donde se puede disfrutar de un baño en un agua especialmente salada, lo que provoca una flotación mucho mayor que en un agua con menos porcentaje de sal.

Esta vez nos encontramos con la sorpresa de que laguna Cejar estaba cerrada por motivos que tenían que ver con su conservación y cuidado. En su lugar pudimos zambullirnos en laguna Piedra, que posee igual belleza y características: ¡sus aguas te hacen flotar como pez globo! (o peor si tienes poca destreza como yo). Al salir del agua pareciera que tu traje de baño estuviera almidonado en sal y que te trataron de adobar cual pescado al horno (nota: no restregar, duele).

Laguna Piedra, Atacama, Chile

Laguna Piedra

Tengo que confesar que, aunque en general todo en Atacama está muy bien conservado y se respeta muchísimo a la flora y fauna local, sí me sentí un poco culpable al entrar a la laguna, más aún sabiendo que Cejar fue cerrada para protegerla. De cualquier forma fue entretenidísimo y terminamos muy condimentados, pero no aptos para hipertensos.

Estas palabras se quedan cortas al tratar de explicar la riqueza natural de la Región de Atacama; del desierto, del salar y del Altiplano. Es por eso que, para finalizar esta primera parte, me quiero quedar con uno de los recuerdos más inspiradores de este viaje: la llegada de la lluvia. Ésta nos regaló niños felices bajo el agua, saltando y riendo, mujeres bailando mojadas de pies a cabeza, dando las gracias por el agua que humedecía sus tostados rostros, eufóricas y con el corazón abierto en dirección al nublado cielo.

Cómo olvidarte, San Pedro.

Lugar:

Chile

Intereses:

Parques

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