La ciudad te invita a perderte, a ser testigo de que en cada calle hay historias que nacen en la boca de los murales. Porque Dublín no es de papel. Porque Dublín existe.
En la vida hay momentos y lugares mágicos. Uno de esos es el Parque Nacional Conguillio, un sitio que a principios de marzo estuvo al borde de ser consumido por las llamas.
En esta increíble isla se pueden hacer caminatas, nadar con pescaditos de colores, salir a buscar reptiles o simplemente tomar sol y observar el majestuoso paisaje.
Estuve dos semanas en Isla de Pascua y descubrí miles de historias, secretos y paisajes maravillosos… ¡14 días no bastan!
Quito, Galápagos y Mashpi Lodge. Sierra, islas volcánicas y un bosque nuboso. Mi mujer, mi hijo y yo. Así, en un dos por tres, surgió este viaje que atesoro en mi alma. Toda una trilogía.
Me imagino recorriendo Londres con los pies acalambrados de tanto caminar, pero contenta de haber cumplido mi sueño viajero.
Tengo ganas de conocer mi hermoso país que, para el resto del mundo, suele ser la última frontera por explorar, pero que para muchos de nosotros no es ni la primera.
Ir a Nueva York es perder un avión porque quizás no te querías ir. Es un regreso a la vida, al tiempo vestido de tiempo.
El destino era inesperado, pero resultó ser increíble: sin duda, Salinas Grandes es uno de los salares más lindos de Sudamérica.
Tenía el nombre grabado y sabía que si algún día iba a Asia, tenía que sentarme a ver cómo el sol se ponía en Halong Bay.
En Nepal me enamoré de Chitwan, un rincón del que no sabía nada, pero que se volvió emocionante y hermoso.
Sin planearlo, compré un pasaje a Guatemala. Las cosas se fueron dando y el destino me tenía preparada una gran sorpresa.