Mi pasión por el mar me llevó a descubrir este inmenso y enigmático agujero azul de Belize, que espero conocer muy pronto.
Porque a veces el destino conspira a tu favor, hoy le doy las gracias al Zika por depararnos unas increíbles vacaciones en el sur de Chile.
Me atrae el hecho de estar en un constante movimiento parejo y mirar por la ventana viendo pasar esta película que acompaña las líneas del tren.
Este viaje surgió de una conversación de amigas. Así que, antes de que el verano se llenara de panoramas, partimos a Perú.
Arena blanca, el mar más vivo que nunca y el cielo azul. Un sueño que siempre cumplo en el lugar donde paso todos mis veranos.
Tenía ganas de conocer la vida y cultura de Marruecos, y vivir experiencias viajeras que recordaría hasta hoy. Y lo logré.
Pasar algunas horas con los masáis, interactuar con ellos y con su simple vida es una experiencia que recordaré por siempre.
Quito, Galápagos y Mashpi Lodge. Sierra, islas volcánicas y un bosque nuboso. Mi mujer, mi hijo y yo. Así, en un dos por tres, surgió este viaje que atesoro en mi alma. Toda una trilogía.
El destino era inesperado, pero resultó ser increíble: sin duda, Salinas Grandes es uno de los salares más lindos de Sudamérica.
Durante mi intercambio en Milán, me di cuenta de que la cocina es mi pasión. Y me propuse hacer un curso en Italia.
Cuando visité La Puebla de Arenoso, de donde viene mi familia, ¡nunca habría imaginado la sorpresa que me encontraría!
No sé si es por la cultura, el idioma o las tradiciones, pero me siento atraída por conocer desde dentro una comunidad gitana.