¿Qué mejor que iniciar nuestra travesía por Europa con una celebración como esta? Por Italo Meza.
Es el sueño de cualquier aventurero, con paisajes salvajes, lagos de agua pura, calles de arena y bosques tropicales.
Con comida suficiente y harto bloqueador solar estarás listo para disfrutar de estos alucinantes rincones de “la isla feliz”.
Sabía que esta isla tailandesa sería un paraíso, pero jamás esperé encontrarme con una fiesta playera única e irrepetible.
En Pichasca cumplí uno de mis sueños más esperados: viajar por trabajo. ¿Cómo lo resumo? Calma, relajo y placer.
No es necesario cruzar el océano para probar estas curiosidades, pues México permite vivir la experiencia.
Cuatro días, tres noches durmiendo todos juntos, comiendo en el suelo y dependiendo de pastillas contra el mareo para sobrevivir.
Mi pasión por el mar me llevó a descubrir este inmenso y enigmático agujero azul de Belize, que espero conocer muy pronto.
Elegí mirar y no solo vi el paisaje, sino también la generosidad inconmensurable de su gente.
Siempre he leído mucho a García Márquez. Sin embargo, al conocer estos lugares confirmé que Colombia y Macondo son uno solo.
Volar sobre esta ciudad fue una experiencia alucinante que repetiré, porque estoy segura de que a Río volveré una y otra vez.
Tres horas de caminata, mucho calor y un par de errores culturales hicieron que los indios me dieran un regalo inolvidable.