Comida con insectos en México


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Cuando se habla de comer insectos muchos piensan en Asia y sus mercados nocturnos. Pero no es necesario cruzar el océano, pues basta con viajar a México para degustarlos y vivir una experiencia típica de la época prehispánica. ¡Los invito a leer mi aventura!

 

Seguramente todos asocian a México con tacos, burritos y tequila. Pero sin duda hay otro tipo de comidas que aún se pueden encontrar, las cuales provienen desde antes de la llegada de los españoles y que, a pesar del paso del tiempo, han mantenido un bajo perfil hasta hace algunos años.

La primera vez que escuché sobre la comida prehispánica fue en un programa de comida exótica en el Travel Channel. Allí nació mi interés por probarla, pues me llamaba la atención que los insectos se pudieran comer.

Había estado antes en Ciudad de México, un lugar que me encanta por su cultura, pero quería aprovechar esta nueva visita para ir a alguno de los restaurantes dedicados a este tipo de gastronomía y, por fin, probar uno de los bocados que había visto en televisión.

Insectos comestibles en México

Gusanos, arañas y escorpiones son algunas de las exquisiteces que se pueden probar en México

Después de llegar al hostal me junté con unos amigos para comenzar nuestra aventura de probar la comida con insectos. La primera parada fue el bar Chon, uno de los pioneros en cuanto a comida prehispánica, cuyo chef se ha vuelto muy popular. Después de ver la variedad de platos que ofrecían –algunos bien exóticos y otros más tradicionales– decidí probar los escamoles, un tipo de huevos de hormigas preparados en una especie de tortilla, aunque la preparación hace que no se sienta mucho lo que uno come.

Después pedí albóndigas de venado bañadas en salsa de huitlacoche, un delicioso hongo parasito del maíz (en el centro de México suelen comerlo con quesadillas), que acompañé con mezcal y tequila. Aunque los platos no eran baratos, la experiencia valía la pena.

Escamoles en México

Escamoles

En busca de los chapulines

Otra de las cosas que quería probar eran los chapulines, una especie de grillos que abundan en algunas regiones de México; los mismos que inspiraron a Chespirito a crear al Chapulín Colorado.

Si bien en Ciudad de México encontré una variada oferta de estos bichitos, opté por probarlos en Oaxaca, una ciudad que tiene una larga tradición en este tipo de insectos. Son tan utilizados para cocinar que se pueden encontrar en cientos de platos e, incluso, en la sal que acompaña al mezcal.

Dentro del mercado de la ciudad hay dos áreas, una dedicada a las artesanías y otra a la gastronomía. En esta última hay muchísimos restaurantes que ofrecen platos típicos de la región, pero los chapulines se consiguen en el primero. Allí compré una bolsa con diferentes variedades, la mayoría tan picante que hacía difícil seguir comiendo; si no eres muy amigo del picante te recomiendo probar los marinados con limón, que son crujientes, sabrosos y se pueden usar como ingrediente dentro de los tacos.

Chapulines en Oaxaca, México

Chapulines

Ultimo día nadie de enoja

Antes de regresar a Chile decidí visitar el mercado de San Juan, en el DF, donde encontraría varias alternativas de restaurantes prehispánicos. Me decidí por La Cocinita de San Juan, pues era el que más resaltaba entre los que ofrecían este tipo de comida por sus apuestas que bordean en lo exótico.

En la entrada me encontré con una muestra de los distintos insectos que usan en sus platos, como ciempiés, arañas de trigo, escorpiones y otros que no supe qué eran. Después de ver todas las opciones decidí probar primero los tacos con jumiles, una especie de chinches de monte muy utilizados en el pueblo de Taxco, donde suelen comerlos vivos en épocas lluviosas. A mí me los sirvieron muertos, pero estaban bastante buenos.

Jumiles en Ciudad de México

Taco con jumiles

Luego pedí uno con alacranes que, aunque no son típicos de la zona, se comen al norte del país. Ya había probado un escorpión grande frito en China, así que el impacto de tenerlos de almuerzo no fue mucho.

Finalmente llegó el turno de los chinicuiles, una especie de gusanos parecidos a los del maguey, pero de color rojo. Para mi gusto fueron los más fáciles de comer, porque el sabor no era tan extraño y no se caían del taco. Luego junté los jumiles que se me habían caído al plato y me los comí uno por uno como si fueran Chubis, así que pude sentir mejor el sabor.

Taco con alacranes en Ciudad de México

Taco de alacranes

Al terminar me preguntaron si quería otro taco, pero con esos tres mi interés por la comida prehispánica ya había quedado satisfecho por el momento.

Sin duda el haber degustado estos platillos –que los habitantes de la región solían comer hace más de 500 años– fue una experiencia única. Poco a poco están saliendo a la luz y volviéndose más populares, por lo que muchos restaurantes han comenzado a prepararlos o a ofrecer comida fusión. Sí o sí volveré a probar nuevos platos y otros tipos de insectos.

Taco con chinicuiles en Ciudad de México

Chinicuiles

Lugar:

México

Intereses:

Gastronomía

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