Lo que me encanta de los viajes es cómo a veces dan un vuelco inesperado. En Siem Reap vivimos esta hermosa experiencia.
Me fui con una grata sensación de pena y alegría de esta ciudad que me recibió con una mala impresión, pero que me cautivó.
Pasar algunas horas con los masáis, interactuar con ellos y con su simple vida es una experiencia que recordaré por siempre.
Después de la Primavera Árabe, el turismo se disipó de Egipto y descubrí sus tesoros de una manera que jamás habría imaginado.
Fueron años de historias, pero hubo una que nunca olvidaré. Gracias a ella hoy tengo un sueño en mente que cumpliré en cuanto pueda: conocer el Taj Mahal. Por Bárbara Becker.
Todos tenemos recuerdos e historias. Hay que salvar la memoria del dolor, del tiempo y de la vida misma. Por eso yo escribo.
Que te detengan en tus vacaciones no es una gracia. Pero con el tiempo te das cuenta de que todas las experiencias vividas en los viajes son un sueño cumplido.
Para algunos soy un experto en Bali. Para otros, simplemente un loco que estando en el corazón de la isla no conoce absolutamente nada de este increíble lugar.
La ciudad te invita a perderte, a ser testigo de que en cada calle hay historias que nacen en la boca de los murales. Porque Dublín no es de papel. Porque Dublín existe.
No soy de ninguna religión. Sin embargo creo en un dios, en la energía y demases, por lo que algún día me gustaría visitar La Meca, en Arabia Saudita.
Playas paradisíacas, temperatura perfecta, multirreligiosidad y multietnias. Sri Lanka se ha puesto en boga y no ha logrado salir de mi cabeza.
¿Quién dijo que no valía la pena visitar Singapur? A pesar de que no estaba en mi itinerario, terminé quedándome una semana entera, y me faltaron muchas cosas por ver y hacer.