No soy de ninguna religión; nací católica y deserté. Me han querido convertir algunas veces en hindú y musulmana, pero definitivamente el asunto no es lo mío. Sin embargo creo en un dios, en la energía y demases.

He visitado el Vaticano y me gusta conocer iglesias, templos y mezquitas para admirar sus construcciones y observar los distintos dioses y santos que tiene cada religión. Definitivamente las respeto y a sus fieles también, pero no comparto ninguno de sus preceptos. Por eso, el día de mi matrimonio no me casé por la Iglesia, y seguramente tampoco bautizaré a mis hijos cuando los tenga.

Mezquita Masjid al-Haram, en La Meca

Hace muchísimo tiempo un amigo musulmán me dijo que estaba juntando dinero para ir a La Meca. Yo, inocente, le pregunté dónde quedaba eso y por qué quería ir. Fui ahí cuando me enteré de que el Islam tiene cinco pilares que deben cumplirse a cabalidad:

1. Profesar la fe: dice que no hay más dios que Alá, y Mahoma es su profeta.
2. Orar: cada musulmán debe rezar cinco veces al día en dirección a La Meca.
3. Dar limosna: los musulmanes deben dar cada año una limosna a las personas más pobres de su comunidad.
4. Ayunar: se efectúa durante todos los días del mes lunar desde la salida hasta la puesta de sol, y es más conocido como Ramadán.
5. Peregrinar a La Meca: el musulmán debe peregrinar al menos una vez en la vida a la ciudad de La Meca.

Después de enterarme de todo esto, por supuesto a mí también me dieron muchas ganas de ir. A veces hago cosas por mona, como dice mi hermano, pero no es monería. Mi curiosidad es incontrolable y siempre quiero saber la verdad de las cosas de primera fuente.

Mezquita Al-Masjid Al-Nabawi, en Medina

A pesar de todo debo lamentar que este sueño es un tanto imposible, quizás, en primer lugar porque Arabia Saudita no entrega visas de turismo, y la única opción es contar con un padrino que avale mi permanencia en dicho país.

Poniéndonos en el caso de que lograra persuadir a alguien que viva o resida allá y acepte ser mi padrino, ingresar a las ciudades de La Meca y Medina están totalmente prohibidas para los no musulmanes, y no es fácil colarse. Leí que el camino hacia La Meca está lleno de policías que te hacen diversos controles, entre ellos revisar a través de un documento tu condición real de musulmán.

En vista de la situación no hay forma de que me convierta a musulmana sólo para visitar La Meca. Tratar de hacerme la viva podría llevarme hasta la cárcel o quizás recibir algún cruel castigo como el apedreamiento, así que me parece una situación extremadamente irresponsable que no vale la pena sufrir.

Por el momento este sueño podrá convertirse en realidad sólo en mi imaginación y pensamientos, y no queda más que esperar que algún día permitan el ingreso de los no musulmanes como yo a este increíble lugar.