Este viaje surgió de una conversación de amigas. Así que, antes de que el verano se llenara de panoramas, partimos a Perú.
Tráfico de locos, comida deliciosa y ¿dengue? Mi agitada llegada a la vibrante ciudad vietnamita no fue lo que tenía en mente.
En un viaje por Uruguay me quedé corta de plata pero eso no me impediría terminar mis vacaciones. Por eso, la idea de ahorrar haciendo dedo fue lejos la mejor que tuve.
Hace algo más de un año atrás, viendo el programa «Paraísos Vírgenes» playas paradisíacas aparecieron en la pantalla: las islas Maldivas.
Intentamos tragar nuestro almuerzo con los ojos llenos de lágrimas y a punta de hipo por la risa que nos dio esta historia.
Llegué sola, con la única certeza de que tenía una pieza reservada en un hostal, pero sin tener idea dónde quedaba. Así fue mi llegada a Bangkok. Por María Paz Ocharán.
Este recorrido de encanto empieza por Croacia y termina en Praga. Para mí hacer esa ruta era un sueño, que empezó en Pula.
Este viaje me dio lucidez y tranquilidad para el desafío que venía. Fue el baño de energía viajera que me hacía falta.
Antes odiaba viajar. Y este primer mochileo hizo que se convirtiera en una pasión. Esta es la historia de cómo me enamoré de la mochila en la espalda.
Nos fuimos de Uruguay contentos, enamorados y felices de volver a vivir este país mágico, tranquilo, acogedor y, sobre todo, inigualable. Por Valentina Orlandi.
La tercera vez que fui a Nueva York lo hice sola. Por más críticas que recibí, creo que tomé la mejor decisión. Conocí personas increíbles y me sumergí en nuevas culturas.
La rutina de un trabajo tradicional va matando la creatividad. Por eso, como travel bloger, mi sueño es claro: quiero traviajar.