Desde el primer minuto en Roma me quise ir. Ahora, mirándolo en perspectiva, debería volver y darle una nueva oportunidad.
Siempre digo que cada lugar tiene lo suyo y que todos me gustan por igual. Pero mi rincón favorito en el mundo es Cádiz.
Siempre pensé que Nueva York sería donde primero aterrizaría, pero las vueltas de la vida quisieron que quedara para el final.
Casi un mes recorriendo Vietnam, perdiéndome por sus dunas, su historia y los museos de la revolución. Vietnam en el corazón, escribiría el poeta. Yo lo confirmo.
Experimenté el cliché de perderse en Tokio, la ciudad más bipolar que he conocido, y aprendí algo fascinante.
Tomamos el tren a Ljubljana, una capital que nos encantó. Es que Croacia tiene virtudes de sobra para entregar.
Este es el relato de mi recorrido por Phnom Penh y cómo Mao, mi guía, cambió mi modo de ver las cosas.
Me fui con una grata sensación de pena y alegría de esta ciudad que me recibió con una mala impresión, pero que me cautivó.
Después de la Primavera Árabe, el turismo se disipó de Egipto y descubrí sus tesoros de una manera que jamás habría imaginado.
Nuestra aventura llegaba a su fin. Pekín fue un cambio en comparación con lo que había visto antes, pero logró fascinarme.
La ciudad te invita a perderte, a ser testigo de que en cada calle hay historias que nacen en la boca de los murales. Porque Dublín no es de papel. Porque Dublín existe.
Si no hubiera estado de vacaciones, me habría quedado a vivir en Dubrovnik. ¡Apuesto a que tú también te tentarías!