Lo que habíamos escuchado sobre Koh Rong Samloem hizo que esta isla se convirtiera en nuestro sueño por cumplir. Por Tania Garimani.
Con pocas expectativas partí a la costa oeste australiana, que pasó a ser mi destino favorito. Por Angela Reinecke.
La sensación de sumergirse por primera vez a muchos metros bajo el mar es lo más parecido a estar aislado del mundo, donde lo único que escuchas es tu propia respiración.
Aburrida de los shows de fuego, los vendedores insistentes y los mochileros carreteros, me quise escapar de todo en Ko Lanta.
En esta increíble isla se pueden hacer caminatas, nadar con pescaditos de colores, salir a buscar reptiles o simplemente tomar sol y observar el majestuoso paisaje.
Luego de estresantes preparativos y mucho trabajo para nuestro matrimonio, lo único que queríamos era echarnos de guata al sol y disfrutar de nuestra luna de miel.
Tras una ajetreada parada en Manila, llegamos a Palawan para cumplir un anhelado sueño viajero: recorrer el Underground River.
Dormí siesta en un atolón frente a una laguna de colores, y nadé con tiburones y miles de peces. ¡Nada mejor para despedirme de este viaje increíble!
El día amaneció feo y, con él, también mi ánimo. Pero en la Polinesia el clima puede cambiar de un minuto a otro y convertir un buen itinerario en un panorama espectacular.
Con incontables arrecifes de coral, comida cargada de crema de coco y una especial onda polinésica, hoy les presento a mi propio Atlantis: Kiribati.
Digan lo que digan, todas las playas de Tailandia son hermosas. Y, dependiendo de lo que estés buscando, sí o sí encontrarás tu paraíso.