Pensé que terminaría cambiándome de hostal o matándolos a todos, pero las experiencias hicieron imposible que me fuera.
Desde temprana edad, ‘La Playa’ se metió en mi cabeza y no salió de ella hasta ver la realidad de este paradisíaco rincón asiático.
A veces te enamoras de un momento y un lugar que te obliga a dejarte llevar y a cambiar el rumbo.
Es el sueño de cualquier aventurero, con paisajes salvajes, lagos de agua pura, calles de arena y bosques tropicales.
Cierro los ojos y veo los paisajes llenos de vida y lagos de colores que posee este rincón canadiense en el que sueño vivir.
Contemplar París sin nadie a mi lado fue una de las mejores cosas que me puede haber pasado.
Historias de grandes exploradores llenan cada uno de los rincones de la Antártica, que me llaman a gritos para salir a conocerlos.
Está llena de chilenos, de hippie no tiene nada y muchos mochileros viven ahí. Pero Bondi Beach nunca decepciona.
Es imposible caminar sin suspirar al ver las antiguas edificaciones, los templos y las calles de esta gran urbe japonesa.
Dicen que la gente se pone extraña con la luna llena. Sobre todo si le sumamos baldes de alcohol, fuego y mochileros on fire.
Tráfico de locos, comida deliciosa y ¿dengue? Mi agitada llegada a la vibrante ciudad vietnamita no fue lo que tenía en mente.
Irse a viajar por mas de un año sin nunca haber mochileado antes. ¡Cualquiera lo puede hacer!