Datos, consejos, experiencias y anécdotas son algunas de las cosas que puedes encontrar en estos espacios de inspiración viajera.
Desde el restaurante más antiguo del mundo hasta un jardín secreto sobre una azotea, las tierras de Cervantes nunca dejarán de sorprender.
Existen tres lugares en este mundo que me permiten combinar mi amor por los gatos con mi pasión por los viajes. ¿Quieres conocerlos?
Cada vez que cierro los ojos y pienso en Italia, sigo agradeciendo la alegría que significa contemplar el mundo desde otra parte.
En medio de la Huasteca Potosina se asoman estructuras de formas únicas, en un lugar que no deja de sorprenderte.
Fragmentos de mi vida en otra parte; fragmentos de mi vida en otra parte que pude reunir en la tierra donde nace el sol.
De los lugares que han marcado mi vida («la patria es la infancia», decía Rilke), Buenos Aires se lleva el nombre de todas las cosas.
Tengo tantos sueños viajeros que no podría elegir uno solo. Pero hay uno de estos viajes imaginarios que tengo entre ceja y ceja.
París siempre me recordó a Buenos Aires, a Madrid, a que cada vez que vienes lo descubres con otra piel, con otras historias salpicadas por el amor o el desamor.
La ciudad te invita a perderte, a ser testigo de que en cada calle hay historias que nacen en la boca de los murales. Porque Dublín no es de papel. Porque Dublín existe.
Me imagino recorriendo Londres con los pies acalambrados de tanto caminar, pero contenta de haber cumplido mi sueño viajero.
Ir a Nueva York es perder un avión porque quizás no te querías ir. Es un regreso a la vida, al tiempo vestido de tiempo.