Con incontables arrecifes de coral, comida cargada de crema de coco y una especial onda polinésica, hoy les presento a mi propio Atlantis: Kiribati.
Cuando escuché por televisión el llamado a rezo de los musulmanes, quise convertir este sonido en un sueño cumplido.
El Camino de Santiago es el lugar perfecto para salir a buscar historias. Para mí, los 800 km que me definirían como viajero.