Primera parada: Papeete

 

Veinte años pasaron desde mi última visita a la Polinesia Francesa. Al llegar a Papeete me di cuenta de que las cosas no han cambiado mucho, pero de todas maneras aprovecho la pasada para conocer la isla, antes de seguir rumbo a Moorea.

Uge con el collar de bienvenida en Papeete

Bienvenido a Papeete

Después de 12 horas de vuelo a bordo de un LAN (la única línea aérea que llega de Chile a Tahiti) aterricé en Papeete. A pesar de que faltaban pocos minutos para la medianoche, la temperatura era exquisita: 25 °C y muy poca humedad. Perfecto.

La llegada no pudo ser más polinésica: un grupo de tahitianos con pareos y flores en la oreja nos dio la bienvenida con un baile típico. Después, cuando salí de la aduana, me recibieron con un “¡ia orana!” y un collar de tiares.

Las sorpresas de mi viaje comenzaron al darme cuenta de que el chofer que me llevaría al hotel era chileno. Se llamaba Carlos y me contó que llevaba 20 años viviendo en Papeete. Hasta se le siente cierto acento francés al hablar.

Nos encaminamos hacia el centro de la ciudad que queda a unos seis kilómetros del aeropuerto. Al contrario de lo que uno podría imaginar de un lugar así, Papeete se convierte en una ciudad fantasma por las noches.

Mercado Central de Papeete

Mercado Central de Papeete

Carlos me contó que en la Polinesia no hay vida nocturna. Todo empieza a las seis de la mañana y cierra a las cinco de la tarde. “Y en las islas es peor”, advirtió. Sin embargo, los locales tienen datos de bares y lugares que abren por la noche. Como los roulottes de la Plaza de la Vaieté, unos carritos que venden comida típica de las islas.

Llegué tan cansado al hotel que no me di cuenta cuando caí dormido.

Por la mañana fui a conocer el Mercado Central, donde venden todos los productos que se fabrican en las islas. Lo que más me gustó fue la enorme cantidad de flores aromáticas con las que hacen arreglos; son las mismas que las tahitianas usan para darle un toque más coqueto a su look.

Si vas a la Polinesia, probablemente uses a Papeete como el punto de conexión para llegar a las otras islas. Durante tu corta estadía allí, aprovecha de conocer estos lugares.

Lugar:

Francia

Intereses:

Gente Mercados

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