Nadar por el Blue Hole hacia el centro de la tierra

 

Mi pasión por el mar, combinada con mi constante interés por encontrar lugares increíbles, me llevaron a descubrir el inmenso y enigmático agujero azul de Belize, que espero conocer muy pronto.

 

El mar siempre ha provocado algo especial en mí. Su calma, su ritmo constante de hace miles de años, su horizonte infinito, el sonido de las olas al reventar, la arena entre mis pies y muchas sensaciones más casi indescriptibles, hacen de éste un lugar (si es que es solo eso) que me genera alegría de la más pura.

Los fanáticos del mar podemos pasar horas dentro de él nadando, jugando o tan solo flotando. Es en esas instancias cuando llega un momento en que la curiosidad te atrapa y quieres empezar a ver qué pasa ahí abajo, donde solo pueden habitar seres preparados para la vida acuática. Lo primero es tomar esa máscara de snorkel que lleva años en el closet de tu casa y probarlo en tu playa favorita, en mi caso Playa Blanca, de la que ya les conté hace un tiempo. Ahí te das cuenta lo hermoso que es el fondo del mar.

A pesar de nunca haber buceado con un equipo profesional ni mucho menos, esta pasión por el mar me ha hecho encontrarme con lugares increíbles que nunca me imaginé que existían, como el Blue Hole en Belize. Éste se ha transformado hoy en un sitio al que tengo que ir sí o sí, sin excusas.

Blue Hole, Belize

La profundidad del Blue Hole equivale a un edificio de 50 pisos

Probablemente para lograr conocer el Blue Hole deba pasar por varios cursos y experiencias de buceo previo, cosas que se deben hacer para cumplir un sueño. Tengo que admitir que entrar en un agujero de 123 metros de profundidad, en un “mundo” sumamente ajeno a mí, no me es indiferente. La distancia desde la superficie hacia la parte más honda del agujero es similar a la de un edificio de 50 pisos, ¡bastante! Hay algo en el hecho de estar flotando sin saber muy bien dónde está el fondo, que provoca que mis pies estén un poco intranquilos y nerviosos, pero no hay duda de que la mente y la infinita adrenalina que correrá por mi sangre logrará calmarlos.

Al parecer, sumergirse en el Blue Hole no solo es una explosión de sensaciones, sino también es como estar dentro de una película surrealista. Las paredes del agujero tienen formas indescriptibles de piedra caliza, pues en la Era del Hielo (sí, como la película) funcionó como un sistema de cavernas. Lo que pasó fue que el hielo se derritió y, al elevarse el nivel del mar, las cuevas se inundaron dejando este enorme agujero en la mitad del mar. Al mismo tiempo en este paisaje increíble hay una diversidad gigantesca de vida acuática, por lo que es probable encontrarse con coloridas especies deambulando por este espacio que podría ser de otro mundo.

Siento una especial atracción por esa mezcla entre la tranquilidad de escuchar solo tu respiración y el latido de tu corazón, con la incertidumbre o temor de estar entrando en lo desconocido. Por todo esto y por el solo hecho de imaginarme estar descendiendo en las profundidades oscuras del mar azul es que quiero cumplir el sueño de patalear feliz por el Blue Hole de Belize.

Buceo

Sueño con ver de cerca la diversidad de vida submarina

Lugar:

Belice

Intereses:

Buceo

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