Sus espectaculares edificios históricos, las infinitas opciones de comida vegetariana y el entretenido Gentse Feesten hicieron que esta ciudad se transformara en mi rincón belga favorito.

La primera vez que visité Bélgica fue hace tres años. En esa oportunidad recorrí las principales ciudades de Flandes, la región de habla holandesa, durante dos semanas: Bruselas, Amberes, Brujas, Kortrijk, Ieper y Oostende. Sin duda es un país precioso, con una arquitectura medieval de ensueño y una gran historia por detrás. Pero una de ellas terminó volviéndose mi favorita y hoy les explicaré por qué.

Gante es la cuarta ciudad más grande en Bélgica en términos de cantidad de habitantes, y está ubicada a media hora de Bruselas y Brujas. Sin embargo, los turistas suelen visitar estas dos ciudades, saltándose esta joya que se encuentra justo entre medio, desconociendo que Gante maravilla con sus construcciones, su riquísima vida cultural y su entretenida vida nocturna.

Gante se transformó en mi favorito belga

Gante es la ciudad con más edificios históricos de Bélgica

Todos quienes conocen Brujas quedan maravillados con el estilo medieval perfectamente conservado de la ciudad. Sus casitas con techos escalonados, los edificios bañados en oro laminado y los románticos canales recorridos por majestuosos cisnes blancos hacen que parezca un cuento de hadas.

Gante, por su parte, también tiene mucho que mostrar. No sólo es la ciudad belga con mayor número de edificios históricos, sino también la única con un castillo medieval en pleno centro: el Gravesteen. Construido durante el siglo X para ser la residencia del conde Felipe, se transformó luego de su muerte en la prisión de la ciudad y después, con la expansión del puerto y la industrialización de la ciudad, en una fábrica de textil. En el siglo XX se abrió al público convertido en un museo e, incluso, en 2015 lo utilizaron como locación para grabar escenas de la película Emperador (con Adrien Brody).

El Gravesteen hace de Gante la única ciudad con un castillo medieval en el centro

Korenmarkt es la plaza principal de la ciudad y aloja tres torres perfectamente alineadas; de allí que, antiguamente, Gante fuera conocida como “la ciudad de las tres torres”. Primero la iglesia de San Nicolás, que reabrió en 2011 tras 50 años de renovaciones; luego, la Torre del Reloj, cuya punta conserva un dragón de oro -símbolo de la ciudad- que data del siglo III y que originalmente pertenecía a un barco vikingo; y finalmente la Catedral de San Bavón, donde fue bautizado el emperador de España Carlos I.

Podría haber sido la ciudad de las cuatro torres si es que se incluyera a la iglesia de San Miguel, pero durante su construcción el proyecto quedó sin dinero y no alcanzaron a construirla.

Disfrutando cada rincón de Gante

Gante es la capital vegetariana del mundo

Para vegetarianos y veganos, Gante es definitivamente el paraíso; existen decenas de restaurantes de este tipo y todos los demás ofrecen opciones veggies. Además, el Gobierno local declaró los jueves como el “día sin carne”, por lo que en escuelas, universidades y edificios públicos sólo se sirve comida vegetariana.

Algunos de mis restaurantes de este tipo favoritos en Gante:

Greenway Foods: tienen buenísimo menús diarios. De todas maneras recomendadas las hamburguesas y el ceviche vegano.

Komkommertijd: es un buffet de comida vegetariana que tiene de todo un poco por 14 euros.

Tasty World: tiene buenos menús diarios y exquisitas hamburguesas.

Paul’s Boutique: si bien no es exclusivamente vegetariano, tiene la mayor selección de hamburguesas de este tipo.

Cada jueves Gante celebra el día sin carne

Gante tiene el segundo city festival más grande de Europa

Todos conocemos el Oktoberfest en Alemania, donde cada año más de dos millones de personas aterrizan para asistir a este popular -y ahora demasiado turístico- festival; en ese país también se celebra el city festival más grande de Europa.
Hace 173 años que se celebra en Gante el Gentse Feesten, el mayor festival de la ciudad, con espectáculos gratuitos durante diez días y más de un millón y medio de asistentes. En el centro de la ciudad se sitúan alrededor de 20 escenarios donde e presentan bandas de todo el mundo y de distintos estilos musicales, ¡para todos los gustos!

Tuve la suerte de asistir este año y el pasado, y la verdad es que no deja de sorprenderme cómo cada rincón de la ciudad forma parte del festival: con un pequeño escenario, una intervención artística, un bar improvisado en la calle, un show de títeres, un carrito de comidas, etcétera. Lo que me más me gusta es que hay actividades para todos los gustos y edades.

Gentse Feesten / Crédito foto: Flickr.com/gentswild