Después de 20 años regresé a Moscú, donde viví una importante etapa de mi vida. Aunque algunas cosas han cambiado, la capital rusa sigue siendo la imponente ciudad que recordaba.
Cuando llegas a este pueblo, todas tus percepciones cambian. Quieres quedarte a vivir ahí, y te da lo mismo que te queden cientos de lugares por recorrer. Pai es el paraíso.
Cuando escuché por televisión el llamado a rezo de los musulmanes, quise convertir este sonido en un sueño cumplido.