En Marruecos te encontrarás con un mundo nuevo y distinto, que te hará cuestionarte aspectos de nuestra cultura.
De los lugares que han marcado mi vida («la patria es la infancia», decía Rilke), Buenos Aires se lleva el nombre de todas las cosas.
Berlín no se parece al resto de Alemania ni a las más clásicas capitales europeas. Es más que eso, es die Größte Hauptstadt (la capital más grande).
Hay ciudades que no te encantan a primera vista, pero con Boston fue enseguida. Es, definitivamente, el tipo de ciudad en la que podría vivir.
Después de ver «la pequeña manzana» en los Panamericanos, decidí contarles cuáles son mis lugares favoritos de esta ciudad.
Aunque no estaba en mis planes, me las ingenié para pasar 48 horas en Ámsterdam, las favoritas de todo mi viaje europeo.
Sin pretensiones turísticas, Rabat es coqueta, sin esmerarse en deslumbrar con encantos artificiosos ni recrear un mundo que sólo existe para el turista.
Tenía ganas de conocer la vida y cultura de Marruecos, y vivir experiencias viajeras que recordaría hasta hoy. Y lo logré.
Este es el relato de mi recorrido por Phnom Penh y cómo Mao, mi guía, cambió mi modo de ver las cosas.
Me fui con una grata sensación de pena y alegría de esta ciudad que me recibió con una mala impresión, pero que me cautivó.
La ciudad te invita a perderte, a ser testigo de que en cada calle hay historias que nacen en la boca de los murales. Porque Dublín no es de papel. Porque Dublín existe.
¿Quién dijo que no valía la pena visitar Singapur? A pesar de que no estaba en mi itinerario, terminé quedándome una semana entera, y me faltaron muchas cosas por ver y hacer.