Vivir en Sídney

 

Vivir afuera debe ser una de las vivencias más estimulantes en la vida, y Sídney es, sin duda, una de las mejores ciudades del mundo para los que hemos tenido la suerte de poder vivir la experiencia.

 

Club Iceberg Bondi Beach

Piscina del Club Iceberg

Recuerdo exactamente el cosquilleo en la guata que sentí cuando todavía, con el efecto del jet lag y de la considerable diferencia horaria, vi por primera vez desde lo lejos el skyline de Sídney y le dije a la Maca, mi señora, «mañana a primera hora salimos a descubrir la ciudad».

Cuando uno sabe que tiene una estadía mínima de un año y medio por delante, y que toda la realidad en la cual has vivido cómodamente durante los últimos 31 años está lejos –sólo al alcance de Skype–, el feeling es diametralmente diferente. Todo es nuevo: el idioma, la gente, tu barrio, la comida, etcétera. Cada día es una nueva aventura en que las oportunidades de crecimiento como persona y pareja son infinitas, y lo mejor de todo, sin compromisos de ningún tipo y con mucho más tiempo disponible.

Se dice que viajar a Australia es viajar hacia el futuro. Claro, no sólo porque viven un día en el futuro, sino porque además desde el primer minuto uno puede advertir las grandes diferencias de un país que ha logrado construir una sociedad tremendamente evolucionada en todo sentido.

Bondi Beach

Bondi Beach

Australia tiene una población y recursos similares a los nuestros; una historia más reciente sin grandes conquistadores ni procesos independentistas, pero sí con visionarios tremendamente pragmáticos que vieron en estas tierras no solamente una cárcel con acceso y condiciones adversas, sino que un lugar donde construir un país y un futuro próspero lejos de los problemas del viejo mundo. Ese espíritu se mantiene vivo hasta el día de hoy y una de las características más destacadas de Sídney es la grandísima multiculturalidad que tiene.

Work hard, play hard

Desde el cielo se ve la espectacular bahía con los inconfundibles Opera House y Harbour Bridge que se levantan como dos colosos que han estado durmiendo por muchos años en nuestro inconsciente colectivo por las miles de imágenes que hemos visto de ellos. Parado frente a frente, estas grandes obras se preocupan de que uno realmente tome conciencia del lugar donde está, algo similar a lo que ocurre frente a otros iconos como la Torre Eiffel o el Coliseo Romano.

Arte en Bondi Beach

El arte está por todos lados en Bondi

Sídney es una ciudad que se aprende a conocer de verdad recién después de haber pasado por esta primera experiencia, para dar paso a un proceso de descubrimiento de lo que realmente significa ser un sydneysider: la vida fuera de la casa en su infinidad de parques y playas, la participación en la grandísima cantidad de actividades que se organizan en la ciudad, los paseos dominicales en ferry, los picnics en días soleados con cielos azules perfectos, los almuerzos o comidas en restaurantes Thai con BYO (bring your own o trae tu propio vino), la cultura del surf y las caminatas por barrios como Paddington o Balmain, entre muchas otras actividades.

Como si lo anterior fuera poco, Sídney está a un solo paso del Sudeste Asiático, con pocas horas de vuelo y excelentes precios. ¿Se puede compatibilizar todo esto con el trabajo? La respuesta es sí: todo el sistema está diseñado para lograr un correcto equilibrio entre vida personal y trabajo. “Work hard, play hard” es el lema local.

Es cierto que no todos tienen el tiempo ni quizás el presupuesto para pasar demasiado tiempo en un mismo lugar, pero desde mi perspectiva Sídney es una de las ciudades en el mundo que no merece ser considerada como “de paso”. No por nada siempre está en los primeros lugares en los rankings de las mejores ciudades del mundo para vivir, y esa diferencia no se puede descubrir en dos o tres noches. ¡Viva el slow travel!

Surf en Bondi Beach

Si estás por estos lados, no dejes de tomar una clase de surf

Algunos datos alrededor de la mejor playa de Sídney

– Hacer el coastalwalk que va desde Bondi hasta Coogee. Si no hay mucho tiempo o energía, recomiendo al menos llegar hasta Tamarama, que está como a 25 minutos del inicio.

– Desayunar en el Iceberg, un club que queda en el extremo sur de Bondi con una vista espectacular a la playa.

– Comer comida tailandesa en cualquiera de los siguientes restaurantes en Bondi: Thai Terrific (Curlewis St) o Rice Pot (Hall St).

– Tomar una sesión de surf en Letsgosurfing, que queda en el extremo norte de la playa.

En la City (o Centro)

– Caminar por Circular Quay hacia el Opera House, y tomarse una cerveza en el Opera Bar que está inmediatamente abajo del edificio.

– Tomar el ferry a Manly en Circular Quay (se demora 30 minutos). Pasear por el corso (paseo peatonal) y almorzar frente a la playa.

– Recorrer el Botanic Garden y hacer picnic en sus parques, desde donde se tiene una de las mejores vistas a la bahía.

Coastwalk Sídney

Coastwalk

– Cruzar el Harbour Bridge caminando de ida y vuelta y almorzar en The Rocks, idealmente en The Argyle, uno de los bares más antiguos de Sídney.

– Caminar en la tarde por Darling Harbour, un puerto turístico donde también está el Sydney Aquarium y el Wildlife, para hacerse una idea de los bichos venenosos y mortales de Australia.

En la noche:

– Ir a bailar a The Ivy, una discoteque muy vanguardista que queda en el centro. Ojo que la tenida es con zapatos, pantalones y camisa.

– Mezclarse con la cultura australiana en uno de los cientos de bares que hay. Recomiendo el Coogee Bay Hotel (en Coogee) y el Beach Road Hotel (en Bondi).

– Ir a darse una vuelta a Kings Cross, la zona roja, y comer en Hugo´s Bar (las pizzas son excelentes).

Have a g’day!

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