Qué haces, cómo te comunicas, cómo te mueves y cómo te desenvuelves son cosas que marcan la diferencia entre ser viajero o turista. Y tú, ¿con cuál de los dos te identificas? 

 Parto este relato sin ánimo de desmerecer a los turistas, pues al fin y al cabo todos tenemos algo de ellos; de hecho, yo comencé siendo una, pues es lo que aprendí de mi papá. Sin embargo, después de tres meses viajando sola por Asia, comprendí la gran diferencia que hay entre ellos y los viajeros, por lo que hoy quiero motivarlos a recorrer el mundo de esta forma.El turista, ante todo, planea cada parte de su viaje sin dejarle espacio al azar; los más esforzados lo hacen por su cuenta, mientras que otros prefieren comprar un paquete turístico. Esto hace que se predispongan desde un comienzo, buscando sólo lo que “creen” que les gustará, u optando por lo conocido y seguro. El viajero, aunque de igual forma planifica, le deja abierta la puerta a la improvisación para no perderse «lo bueno». Aprende a mirar los espacios libres con emoción, no con miedo.

Tengo que asumirlo: yo comencé siendo turista

Hay turistas que escogen un solo lugar para pasar sus vacaciones, y otros que intentan ver lo más posible dentro del acotado tiempo del que disponen. Ser más viajero implica entender que hay que conocer y sentir antes de decidir si ese es tu lugar. Si te gustó, quédate y no le des más vueltas; no sientas que te estás perdiendo de algo. Y si, por el contrario, planeaste quedarte la semana completa en algún lugar y resulta que llevas dos días ahí y no te gustó, toma tus maletas y márchate; busca algo mejor y no te aferres. En estos casos agradecerás no haber planificado tanto.El viajero busca adaptarse a la cultura y a las tradiciones locales. No hagas lo que hacen las masas, no sigas su camino, ¡desvíate! Solo así podrás conocer la belleza de los lugares. Deberías al menos saber decir hola,  por favor, gracias, adiós y disculpa en el idioma local. Observa al lugareño y trata de no resaltar mucho para que no se incomode con tu presencia.En diferentes niveles, el turista busca que el lugar se adapte a sus requerimientos. Y, aun sin maldad, consume productos creados exclusivamente para él, los cuales no existirían de otra manera. Esa es la diferencia.

¡Aprende algunas palabras en otros idiomas!

Por último, más acción y menos visión. Mirar no produce ninguna emoción, no permite experimentar ni genera recuerdos a largo plazo. Lo que un viajero debe buscar son emociones: risas, amor, vergüenza, rabia, tensión, etcétera.Los recuerdos que duran para toda la vida son generados casi siempre en cercanía con otras personas, en situaciones extrañas o en momentos que requieren valentía. No surgen desde un bus turístico ni dentro de las cuatro paredes de un hotel. ¡Interactúa con tu entorno, habla, ríe, interrumpe, prueba! Créeme que la historia que les contarás a tus hijos será mejor si les hablas sobre aquella noche cuando tuviste que dormir en la estación de trenes porque el sindicato de ferrocarriles se fue a paro sin aviso, en lugar del día en que viste esa estatua de oro construida por algún rey en el siglo V. El viajero estaría dispuesto a sacrificar horas de un tour por pasar tan solo diez minutos de calidad con una familia del lugar, y está dispuesto a ayudarle a barrer el piso a la dueña de la verdulería vecina si con eso consigue el nombre de la playa que los locales mantienen en secreto. Una buena idea para romper el hielo con los lugareños es decir alguna palabra divertida y poco usual en su idioma. Yo, por ejemplo, en Grecia aprendí a decir kotopulaki mu, que significa «mi pollito», como llamo a mi pololo. Una vez le dije así en el supermercado y la cajera se mató de la risa e inmediatamente me invitó a una conversación. ¿Quién es esta extraña que se sale del patrón?Es verdad que algo de turista tenemos todos, pero los recuerdos del viajero tienen otro matiz. Los viajeros hacen cosas, los turistas miran. Los viajeros no pagan por experiencias, los turistas sí.Sal y pruébalo; si tienes suerte te equivocarás y generarás un recuerdo para toda la vida.

Con «kotopulaki mu»