Surf y una prisión antigua en Santa Catalina


Banner Faro Tours
Banner Faro Tours

 

En la zona del Pacífico de Panamá se encuentra un pequeño pueblo costero llamado Santa Catalina, destino conocido mundialmente por el surf.

 

Una vez llegados, tras seis horas de viaje en auto desde playa Venao, pudimos apreciar y disfrutar verdaderamente la playa. Las personas vienen a este balneario por dos grandes motivos: el primero son sus perfectas olas para practicar el surf, y el segundo es explorar isla Coiba. En nuestro caso fue por las dos.

Santa Catalina es un pequeño pueblo que no tiene más de tres calles y está lleno de escuelas de surf, centros de buceos, hostales, bungalows y restaurantes. Nos hospedamos en un pequeño lugar en la calle que llega a la playa principal, donde hicimos algunas averiguaciones para poder cumplir con nuestras dos misiones.

Playa Venao, Panamá

Playa Venao

Isla Coiba fue antiguamente una prisión para los reos más peligrosos del país, donde eran obligados a realizar trabajos forzados para cumplir su condena. Como compensación tenían una vista espectacular. Alrededor de la isla hay una extensa vida marina y fuertes corrientes, por lo que escapar no era una opción.

Fuimos hasta allí en un tour de snorkel y tuvimos la suerte de ver tortugas, peces globo, pequeños tiburones de arrecife y hasta un cocodrilo de agua salada que estaba tomando sol en la isla principal. Recorrimos algunas instalaciones del recinto, subimos al mirador y aprovechamos de bañarnos en las aguas cristalinas, siempre atentos a que no se nos acercara demasiado el gran reptil. Fue un día muy entretenido que terminamos en un concurrido local de pizzas hechas por un italiano en un horno de barro.

Isla Coiba, Panamá

Isla Coiba

Clases de surf

Otra de las playas de Santa Catalina, y la que hace llegar a los surfistas más destacados del mundo, es La Punta. Como lo dice su nombre, es un vértice de rocas que une dos playas, donde se encuentran las olas más feroces y altas de toda la bahía. Está lleno de piedras sumergidas  y se puede llegar ahí nadando con la tabla desde otra playa; los más experimentados y osados saltan desde las rocas a una altura de casi tres metros para llegar a las tan ansiadas olas del pacífico.

Vimos mucho rato a varios chicos y chicas de todo el mundo demostrar sus habilidades sobre el pequeño trozo de madera pulida y barnizada a la perfección. Con la imagen de las acrobacias en nuestra mente, seguimos caminando hacia el norte hasta llegar a El Estero, donde abundan los campamentos de surf debido a que es una larga playa con arena delgada, con poca corriente y olas perfectas para aprender a surfear sin matarse.

Encontramos a Rodrigo, un exsurfista muy recomendado por los otros turistas, ya que sus clases eran muy efectivas y a un precio bastante económico. Además te dejaba la tabla el resto del día.

La Punta, Santa Catalina, Panamá

Listos para nuestra primera ola

Todo comenzó con una breve y extenuante clase en la arena en la que aprendimos a pararnos con un solo impulso, como también las técnicas básicas para mantener el equilibrio sobre la tabla. Nos dijo una y otra vez que es fundamental saber sincronizar el tiempo de la ola para subirnos a ella. En un principio fue bastante fácil, pero después de 20 repeticiones la fuerza de los brazos no era la misma y nos costaba cada vez más.

Descansamos unos minutos y entramos al agua con él para poner en práctica lo aprendido. Después de unos cuantos intentos, varias caídas y revolcones en la orilla, esperamos pacientemente que llegara la ola precisa. Al verla venir comenzamos a bracear para alcanzar suficiente velocidad y unirnos al ritmo del agua. Una vez cerca lo hicimos más rápido hasta sentir el impulso de la ola en la planta de nuestros pies, la tabla se inclinó y, luego de contar hasta tres, nos levantamos en ella. ¡Por fin logramos tomar nuestra primera ola! Fue una sensación increíble y recorrimos varios metros con el viento y el agua pegándonos en la cara.

Ya pasada una hora entendimos lo necesario para hacer creer que llevábamos el surf en la sangre desde siempre. Montamos la quinta, sexta y séptima ola, y luego nuestro instructor nos pidió la cámara de fotos para inmortalizar el momento en una imagen que recordaremos por siempre. Seguimos surfeando por un buen rato en las cálidas aguas del país.

Surf en Santa Catalina

Surf en Santa Catalina: check

Lugar:

Panamá

Intereses:

Buceo Historia Playas Surf

Comentarios