Spots para surfear el mundo
Después de aprender a surfear en las olas de Bondi Beach, me animé y hoy tengo tres grandes spots riders en mi cabeza: las Maldivas, el archipiélago de Mentawai y Costa Rica.
No soy un experto en el que es quizás uno de los deportes más difíciles de aprender. Por el contrario, empecé a practicarlo de viejo, tragando mucha agua y pasando una cantidad considerable de horas a la semana tratando de correr una ola. Obviamente la historia hubiese sido muy distinta si no hubiese tenido la oportunidad de vivir casi dos años en Bondi Beach, Sídney.
Si bien ya había sufrido revolcones en nuestro bello pero áspero océano Pacífico, fue en Australia donde realmente tuve la oportunidad, tiempo y motivación para subirme a una tabla en serio. Por la mañana salía muy temprano de mi casa para ir a la universidad y veía gente en el mar, que empezaba su día con un buen surf. Siguiendo el ejemplo invertí unos dólares en mi primera tabla, apodada “El Titanic” por su tamaño y peso, y me lancé a la que sería una de las actividades que me conquistó de por vida y que nunca me va a abandonar.
Tras muchos revolcones, roturas de tabla, e incluso un tiburón blanco que agarró a un tipo a metros del lugar donde yo estaba, fui aprendiendo rápido hasta llegar a un nivel que me permitía realmente disfrutar de las olas y el entorno maravilloso del océano.
Mi peak como surfista lo viví en Bali. Me levantaba en la mañana, caminaba a la playa y me subía a uno de los botes que por cinco dólares me llevaban mar adentro a los arrecifes que están frente al aeropuerto. Fue ahí, en la mitad del océano, rodeado de surfistas experimentados, donde luego de surfear una ola que se levantaba como un gigante, adquirí una sonrisa que me acompañó por meses y que vuelve a mí cada vez que recuerdo ese momento.
Hoy vivo lejos del mar y ya no puedo disfrutar de la cultura surfer australiana. Pero cada vez que tengo la oportunidad me arranco a la playa a disfrutar de nuestro mar que, aunque mucho mas helado y hostil, es igualmente maravilloso. Me gusta también mucho ver cómo gracias al ejemplo de grandes surfistas nacionales como Ramón Navarro, el deporte en nuestro país ha crecido exponencialmente, y lugares como Pichilemu están tan bien posicionados por surfistas de todas partes del mundo.
Como todo soñador, pienso que alguna vez estaré nuevamente surfeando en lugares como Bali o muchos otros que veo en la tele o en revistas especializadas del tema.
Los spots que encabezan mi lista son:
1.- Maldivas:
Quiero llegar a lugares que poca gente conoce. No tiene que ser en un yate de lujo ni mucho menos, porque justamente el lujo es estar surfeando esas olas (aunque tampoco me molestaría). Dale un looking a Seaplane Surfing y me cuentas qué te parece.
2.- Mentawai:
Estas islas volcánicas son parte de un pequeño archipiélago ubicado frente a la costa occidental de Sumatra (Indonesia). Además de tener una etnia muy interesante de conocer, tiene condiciones únicas para el surf. Sé de gente que ha cruzado el mundo entero sólo para tener la satisfacción de meterse en un tubo.
3.- Costa Rica:
Desde que sus condiciones para surfear se hicieron conocidas en el documental The Endless Summer, Costa Rica no ha dejado de recibir visitantes que quieren surfear sus costas caribeñas y pacíficas. Te dejo el documental: