El objetivo de este viaje fue encontrar aquel lugar de Chile con fácil acceso desde Santiago, que nos permitiera encontrarnos con la naturaleza de manera imponente, sin intermediarios.

El proceso de búsqueda no se hizo más complejo que otras aventuras, sin embargo, necesitábamos lo que hoy se llama algo así como «acceso para todos», lo que en palabras simples podemos definir que no importa la condición física o si existe alguna capacidad diferente, necesitábamos llegar a ese lugar donde literalmente todos pudiésemos disfrutar.

De esta forma y en plena temporada estival 2020, tomamos la ruta 5 sur en dirección a Rancagua. Nos habían dicho que entre las montañas, existía un verdadero paraíso natural y lo más impresionante de todo: cumplía con todo lo que necesitábamos.

Ya en Rancagua, tomamos la Carretera El Cobre con dirección a la comuna de Machalí para así poder dirigirnos a la localidad de Coya, donde comenzaría nuestro ascenso al destino para todos.

El Valle de Cachapoal en su máximo esplendor.

Llegamos a Coya, encantador poblado con una historia minera y de tradiciones que se siente en cada rincón, donde además el tiempo pareciera haberse detenido y que en cuya Plaza de Armas, cual mapa del tesoro se encuentra la indicación exacta de cómo llegar al destino, la Reserva Nacional «Río de los Cipreses».

Desde Coya, la ruta es muy sencilla, entre la imponente cordillera y vistas insuperables al Valle de Cachapoal. Luego de unos minutos en auto llegamos a la Reserva, donde luego del correspondiente registro en Portería de CONAF, institución a cargo de su administración, comenzamos la visita.

Partimos nuestro recorrido en el Centro de Educación Ambiental, espacio que como nos cuenta el Guardaparque, tiene como objetivo: «entregar al visitante una muestra de los recursos culturales y naturales presentes en la Reserva». En este primer recorrido se puede conocer parte de la historia post-colonización, fósiles de los Andes, fauna y flora silvestre, senderos Mal Paso y Valle Cipreses, huella indígena en la cuenca Cipreses, entre otros con ambientación nocturna. Este espacio es de gran aporte ya que es la puerta de entrada a la experiencia in situ, además, es una instancia de educación, ideal para las nuevas generaciones.

La accesibilidad en el sendero Tricahue.

Al internarnos en la Reserva comenzamos a darle sentido a todo lo experimentado en el Centro de Educación Ambiental. La flora y fauna más representativa de la región, comienza a presentarse y sorprendernos de manera gradual. Como el objetivo de este viaje era encontrar un destino con acceso para todos, al llegar al Sendero Tricahues, nos dimos cuenta que en la RN Río de los Cipreses efectivamente el acceso es para todos. Estamos hablando de un sendero inclusivo totalmente acondicionado para recorrer en silla de ruedas. Son 250 metros pavimentados los que cuentan con barandas que acompañan todo el camino. La sorpresa fue aun mayúscula cuando nos encontramos con los carteles de descripción de especies, todos ellos en braille. Al llegar al final del sendero, pudimos observar el paredón donde anida el loro Tricahue y que es considerada una de las loreras más grande de Chile, espectáculo ornitológico único e imperdible al atardecer, cuando regresan los loros a anidar.

Junto con el Sendero Tricahues, existen más espacios para personas con capacidades diferentes. A ellos se les suma un acceso acondicionado para silla de ruedas que llega directo a un pozón natural para baño recreativo.

Señalética en el sendero Tricahue.

En la Reserva Nacional Río de los Cipreses además se puede acampar, en esta temporada sólo está abierto el área de Ranchillo el cual cuenta con servicios básicos, baños, duchas (sólo agua fría), bebederos agua clorada (no potable), sitios demarcados individuales y lavaderos. El valor es de siete mil pesos hasta grupo de 7 personas, una alternativa ideal para familias y grupos de amigos. En esta zona de campismo también existe un espacio acondicionado para personas con capacidades diferentes.

Sin duda este destino de la Región de O’Higgins es un regalo de la naturaleza, el trabajo de cuidado y preservación realizado por CONAF es notable. Acá se realiza investigación, conservación de especies, entre otras acciones vitales para el resguardo de nuestro patrimonio natural.

Zona de camping.

Consultado sobre este atractivo natural, Rodolfo Cortés Díaz, Gerente del Programa Territorial Integrado (PTI) de Turismo de Corfo «Descubre O’Higgins», nos comenta que «poner en valor estos destinos turísticos de la Región es fundamental. Lo importante es conocer estos territorios para que los turistas de la capital, Valparaíso y alrededores puedan disfrutar de un lugar seguro y cercano a sus hogares, y vivir una experiencia única en contacto con la naturaleza, donde además de poder desconectarse, la personas pueden educarse en torno a la preservación y la importancia que tiene la conservación de estos espacios naturales».

La Reserva Nacional Río de los Cipreses, la mayor zona de área protegida de la Región de O’Higgins, es una alternativa ideal para conocer en estas vacaciones. A sólo 2 horas de Santiago, representa un panorama que nos pone en contacto directo con lo esencial y nos permite conocer una flora y fauna única, con postales irrepetibles del Valle de Cachapoal.

Es importante señalar que dada las condiciones climáticas y para evitar cualquier peligro de incendio forestal existente en la temporada, los senderos La Hacienda, Las Arpas y La Leona permanecen cerrados. Así como también las áreas de acampar Tricahues y Los Peumos.

Para visitar la RN Río de los Cipreses ya sea por el día o para acampar, se debe tener en consideración que en toda la Reserva está prohibido encender fuego o la utilización de fuentes de calor, salvo aquellas explícitamente aceptadas por CONAF.

Un lugar para todos los viajeros.

Más información en:

RN Río de los Cipreses: (+56) 72-2297505; (+56)940299687

[email protected]