Es uno de los más exclusivos del mundo y para entrar en él no debes ser millonario o famoso, sólo debes haberte atrevido a ser más que cariñoso con alguien en el avión.

Pasar muchas horas arriba de un avión puede llegar a ser muy aburrido, dando espacio para hacer todo lo que se te ocurra. Y cuando decimos todo, lo decimos en serio. Algunos leen, otros ven películas y ciertas personas optan por lo fácil y se toman una pastilla para dormir. Sin embargo, los más extremos utilizan esta oportunidad para ingresar (o mantener su membresía activa) en el Mile High Club.

No muchos tienen la valentía para participar en este grupo exclusivo, básicamente por el requisito para ser parte de él: tener sexo en el avión. Mientras algunos aprovechan la “privacidad” del baño, otros hacen un curioso uso de las mantitas para taparse y aprovechar la oscuridad de la noche.

Piénsalo dos veces antes de usar esa mantita

¿Qué ocurre si te descubren? Aparte de pasar una vergüenza de aquellas –o de recibir una ola de aplausos, quién sabe– podrías incluso terminar en la cárcel. Y es que, si bien tener sexo en los aviones no está explícitamente prohibido en los códigos de seguridad de las aerolíneas, se te aplicarán las leyes del espacio aéreo por el que vayas pasando.

No se sabe con exactitud cuántas personas componen este club, pero lo que sí está claro es que varios integrantes son pilotos y tripulantes. Sin embargo, no debes confiarte de eso, o te puede suceder lo que le ocurrió a una pareja que volaba de París a Estocolmo. Justo al aterrizar, escucharon por el altoparlante: “Bienvenidos a Suecia. Buenos deseos y una feliz reproducción para la pareja que se ha estado revolcando en el baño”. De seguro los culpables se pusieron tan rojos que fueron identificados por todos los pasajeros.

Ahora, ponte la mano en el corazón y dinos: ¿eres parte del Mile High Club?

No le diremos a nadie si estás dentro del club