Navegar por India, el sur de otro mundo
Tras pasar unos relajados días playeros en Varkala, nos fuimos a Alappuzha a navegar por los famosos backwaters que se encuentran en Kerala, el estado sur de India.
Lo primero que se nos viene a la cabeza al pensar en India es caos, suciedad, ruido y gente por todas partes. Pero el sur de este enorme país es como un trocito de Centroamérica, donde prima una sobredosis de verdes, playas, pescado fresco y arroz de coco. Lo rico es que no se te olvida que estás en India, como en Goa, donde ya es tan turístico que los precios son más elevados y la música electrónica es el mantra de cada día.
Después de casi una semana de caminatas eternas, siestas en la hamaca, buffet de desayuno, comida por dos dólares y baños en el mar al amanecer y atardecer, nos despedimos de la bella playa de Varkala y, en tren, viajamos a Alappuzha para vivir una de las experiencias más deluxe que tuvimos en Asia: navegar en una barcaza por los backwaters de Kerala.
¿Qué son los backwaters? Son una cadena de 900 kilómetros de ríos, lagos y lagunas interconectados por laberintos acuáticos, flanqueados por flora tropical, y son hoy el principal atractivo del sur de India. Navegar en un ketuvallan y perderse por las arterias del “Amazonas indio” es sin duda una experiencia que hay que vivir alguna vez en la vida.
Los kettuvallans o casas-barco se utilizaban tradicionalmente como barcazas para transportar el arroz cosechado en los campos fértiles junto a las aguas de los backwaters. Modificada para dar cabida a los turistas, las casas flotantes se han convertido en casitas de campo flotantes con baños occidentales, suite matrimonial con sabanas de mil hilos de esas que te aseguran un sueño reparador. Recomiendo pasar al menos una noche en estas casas-barco. Los alimentos se cocinan a bordo por el personal de acompañamiento y, en la mayoría de los casos, ofrecen gastronomía keralí. Normalmente el comedor suele estar al aire libre, así la comida se disfruta con una gran vista de los alrededores y de los otros barcos que pasan mientras seguimos avanzando.
Antes del atardecer, la barcaza atraca a la orilla para cocinar y pasar la noche ahí, en un lugar tranquilo y silencioso. Bajarse y salir a descubrir los alrededores y conocer a los vecinos de esa noche es una experiencia alucinante junto a ese sunset perfecto que embellece cada segundo de un día que ya no puede ser más lindo. Recuerdo esa noche inolvidablemente estrellada con la Vía Láctea sobre nuestras cabezas, mientras nosotros apreciábamos maravillados en cubierta la belleza del presente.
India es famosa por su despelote, pero el sur es un relajado aperitivo con otro ritmo y otro clima asociado a un paisaje más tropical, y ese escenario está inevitablemente ligado a un pausado vivir, a un vivir sin prisa, a respirar el ahora… como yo lo hacía desde mi barco al amanecer aquel día.
Sin duda, fue un regalo para el alma navegar por los laberintos acuáticos del sur de ese sueño llamado India.