Mis 9 rincones favoritos de Toronto
Durante julio la prensa nos inundaba con hermosas postales de «la pequeña manzana” con motivo de los Panamericanos. Aquí mis lugares favoritos de esta ciudad cosmopolita.
1. High Park
El Central Park de Toronto, el pulmón de la ciudad, el lugar perfecto para desconectarse, pasear en bicicleta, llevar una canasta con baguete, patés y quesos, y hacer un picnic frente a su laguna, sobre todo en primavera para ver los cerezos florecer. Hay muchos senderos para hacer trekking y un trencito que hace un lindo recorrido por todo el parque.
2. Barrio griego
Toronto es una mezcla de sabores y aromas, lo que la convierte en La Meca gastronómica para los sibaritas, por ser una ciudad multicultural. Tiene restaurantes para todos los gustos y bolsillos, pero en el barrio griego uno es atendido como rey. Allí puedes comer los famosos gyros, spanakopitas, costillas de cordero o bien la clásica ensalada griega y tomarte una foto en un mini panteón. En verano se realiza en este barrio uno de los festivales gastronómicos más grandes y emblemáticos de la ciudad.
3. Distillery District
Una antigua destilería que hoy alberga excelentes restaurantes, galerías de arte, tiendas, cafeterías, chocolaterías, teatro, entre otros. Este lugar es entretenido tanto en verano –con barbacoa y música en vivo– como en invierno, donde te sientes como en Europa recorriendo su mercado navideño, mientras saboreas un rico chocolate caliente o compartes con tus amigos en alguna terracita con un vino navegado alrededor de una fogata.
4. Molson Ampitheatre
En Toronto hay cosas pasando todo el año, pero la cartelera en verano es la que la lleva, sobre todo en la escena musical. Molson es, a mi gusto, el mejor lugar para ir a ver un show en vivo sentado en el pasto, con una cerveza en una mano y el clásico pedazo de pizza en la otra. Las entradas más baratas son justamente en el lawn, donde además nadie tapa (los canadienses son demasiado ordenados en ese sentido).
5. Islas de Toronto
Son el lugar preferido por las familias en verano, que llegan en masa a Centreville, donde está el parque de diversiones para niños. Mejor es llevar la bicicleta en el ferry a Hanlan’s Point y de ahí recorrer la isla de punta a punta. Y si el tiempo lo permite, darse un chapuzón en su playa Clothing Optional, cuyo nombres es una manera sutil de decir que es nudista.
6. Harbourfront Centre
En invierno es mágico patinar en hielo con la música de un DJ de fondo y luego tomarse un buen chocolate caliente; en verano es el epicentro de los festivales gastronómicos, de espectáculos en vivo y de las compras , con puestos de artesanía, ropa y otros cachivaches de todos los países. ¿Un imperdible? Los choclos a la parrilla que prepara un jamaiquino en este lugar, con mantequilla, aceite y especias.
7. Kensington Market
Este barrio hippie es el favorito de los latinos, ya que tiene restaurantes mexicanos, colombianos y chilenos (Jumbo Empanadas), además de emporios con productos latinos (masa para fajitas, empanadas congeladas, mezcla para pisco sour, especias, etcétera). En el verano su calle se transforma en peatonal, hay música en vivo y un bazar con varias tiendas de ropa vintage para curiosear.
8. Royal Ontario Museum
Aunque no soy fanática de los museos, el ROM tiene una estructura que se diferencia del clásico museo rígido, que lo hace un lugar especial hasta para ir a almorzar. Siempre hay exhibiciones buenas que vale la pena visitar, como la muestra histórica, que te tomará varias horas pero vale la pena.
9. King y Queen West
Son las mejores calles para cachurear libros usados, ropa alternativa, antigüedades, discos y películas. Entre medio tómate un rico café con un biscotti en una de sus tantas cafeterías o haz una parada en Arepa Café para un delicioso brunch.