Pistas de aterrizaje que terminan en acantilados, aviones que pasan a sólo 15 metros de la cabeza de las personas y aeropuertos ubicados en medio de edificios. ¡Simplemente aterrador!

Los viajes son nuestro panorama favorito y muchas veces soñamos con conocer lugares remotos. Sin embargo, no podemos dejar de lado el hecho de que, para llegar a ellos, nuestras vidas pueden correr peligro.

Esta es una lista con las pistas de aterrizaje más peligrosas del mundo, las cuales fueron construidas de tal manera que nos hacen pensar que sus diseñadores sólo nos quieren hacer pasar un mal rato. ¿Te atreverías a llegar en avión a alguno de estos destinos?

Aeropuerto de Courchevel, Francia

El esquí y el snowboard son deportes extremos, pero quienes los practican en el centro de esquí de Courchevel ya no deben calificarlos de esta forma, al menos si los comparan con el aterrizaje que deben sortear para llegar hasta allí. La pista de del aeropuerto se encuentra en plenos Alpes, a dos mil metros de altura, es ondulada y no tiene más de 50 metros de ancho y 500 de largo. Para colmo, la visibilidad es realmente es escasa. Una locura.

Aeropuerto de Courchevel, Francia

Aeropuerto Internacional Princesa Juliana, Sint Maarten

Imagínate estar tirado en la arena tomando sol y que, de repente, un avión pase a metros de tu cara. Eso es lo que sucede en este aeropuerto, cuya pista de aterrizaje está extremadamente cerca de la playa, por lo que los aviones descienden muy próximos a ésta, hasta el punto de pasar a tan sólo 15 o 20 metros sobre las personas que se encuentran en ella. Un mínimo error en el aterrizaje y el viaje pasaría a ser una tragedia.

Aeropuerto Internacional Princesa Juliana, Sint Maarten

Aeropuerto de Gibraltar

La pista de aterrizaje del aeropuerto de Gibraltar es atravesada por una carretera que une España con Marruecos, tal como una línea de tren atraviesa una calle. La verdad es que no existe una gran explicación que aclare por qué el aeropuerto está construido de esta forma, pero lo cierto es que la imaginación da para pensar en que en este lugar pueden suceder muchos accidentes.

Aeropuerto de Gibraltar

Aeropuerto de Barra, Escocia

Es el único aeropuerto que tiene la pista de aterrizaje en una playa. Como las mareas suben y bajan constantemente, los vuelos que despegan o aterrizan en él deben coordinarse con respecto a las condiciones del mar. El problema más grande ocurre en la noche, cuando la marea crece y la pista es iluminada sólo con focos y cintas fosforescentes que guían el aterrizaje.

Aeropuerto de Barra, Escocia

Aeropuerto Internacional de Kansai, Japón

Aterrizar en Kansai debe ser como estar en un avión que va directo a naufragar en las aguas de algún océano. El aeropuerto está ubicado en una pequeña isla a siete kilómetros de Osaka, por lo que debe ser uno de los aterrizajes más terroríficos y peligrosos que existen. Al momento de aterrizar, por la ventana del avión no se ve nada sólido en donde la nave se pueda apoyar, así que antes de que las ruedas pisen tierra firme es difícil imaginar un final feliz.

Aeropuerto Internacional de Kansai, Japón / Foto por ADP Ingénierie

Aeropuerto de Congonhas, Brasil

Si aterrizar en Kansai es parecido a un naufragio aéreo, aterrizar en Congonhas debe ser lo más parecido a estrellarse en medio de una gran ciudad. Este aeropuerto ubicado en Sao Paulo es el segundo con mayor tráfico en Brasil, y está rodeado de miles de casas y edificios que se encuentran muy cercanos a la pista. Tanto así, que en 2007 un avión se salió de la pista y protagonizó un terrible accidente que dejó alrededor de 200 muertos.

Aeropuerto de Congonhas, Brasil / Foto por Panoramio

Aeropuerto Internacional Juancho E. Yrausquin, Saba

Tiene la pista de aterrizaje de uso comercial más corta del mundo, con menos de 400 metros. Está rodeada por acantilados en tres de sus lados, y en el cuarto hay una montaña, por lo que la sensación de aterrizar allí debe ser muy desagradable, ya que, a simple vista, cualquiera diría que un avión no lograría frenar en tan pocos metros.

Aeropuerto Internacional Juancho E. Yrausquin, Saba / Foto por Aviación México