Lima en 48 horas
Que sea la capital gastronómica de Sudamérica, que mantengan su herencia colonial, que tenga yacimientos arqueológicos y mucha, pero mucha historia, son sólo algunas de las razones para escaparse a esta ciudad de Perú.
¿Te imaginas un fin de semana de pisco sour, causas y mucho suspiro limeño? Pero, mejor aún, ¿qué pasaría si a eso le agregamos historia, arqueología, edificios increíbles y playa?
El panorama parece demasiado bueno para ser real, pero lo es si te regalas dos días para conocer la capital peruana. Y, para que no pierdas tiempo en armar itinerarios, en Faro Travel te proponemos uno perfecto para que disfrutes de Lima en 48 horas.
Día 1
Si en 1988 la UNESCO decidió declarar Patrimonio de la Humanidad al centro histórico de Lima, ¿cómo no empezar allí tu recorrido por la ciudad? Si te paras en medio de la Plaza Mayor y das una vuelta en 360°, verás la catedral, el Palacio Municipal, el Palacio Arzobispal y el Palacio de Gobierno del Perú.
Como andarás con el tiempo justo, lo mejor es que después de visitar la Plaza Mayor (y, si quieres, tras haber conocido por dentro la catedral), te dirijas hacia la Basílica y Convento de San Francisco. Allí podrás recorrer el museo, pero sin duda lo más entretenido son sus catacumbas, muy parecidas a las romanas, donde descasan los restos óseos de miles de personas.
Aprovecha de recorrer las pequeñas callecitas del centro histórico hasta que llegue la hora de almuerzo, pues en esa zona encontrarás un centenar de buenos restaurantes. No pierdas esta oportunidad para probar el verdadero pisco sour, un ceviche y cualquiera de los clásicos platos que tan famosa han hecho a la gastronomía peruana.
Más tarde, caminando algunas cuadras, llegarás hasta el Barrio Chino de Lima, uno de los más importantes de Sudamérica, por la gran influencia oriental que este país ha tenido en Perú. ¡Imagina que así se creó la comida chifa, que mezcla la gastronomía de ambos países! Verás las clásicas lámparas rojas colgando y muchas tiendas entretenidas.
Entrada la tarde, toma un taxi hacia el Parque de la Exposición y recórrelo hasta que el sol comience a esconderse. Ese es el mejor momento para que camines unas pocas cuadras hacia el Parque de la Reserva, donde se encuentra el Circuito Mágico del Agua, un espectáculo de luces y colores muy característico de la ciudad (abre todos los días, excepto el lunes).
Día 2
¿Te podrías imaginar que en pleno barrio residencial de Miraflores hay un sitio arqueológico que data del año 200 d.C.? Se trata de Huaca Pucllana, un lugar que fue ocupado por la cultura Lima, Huari e Ychsma durante más de cien años, y que aún se conserva en perfectas condiciones (¡ojo, que cierra los martes!).
Después de esta visita, toma un taxi hacia Barranco, famoso por ser el barrio bohemio de Lima, lleno de galerías de arte y tiendas de diseñadores locales, especialmente en la calle Saenz Peña. Si continúas caminando por la Avenida San Martín hacia el Sur, llegarás a la Bajada de los Baños que conduce a la playa, y está llena de coloridas casas coloniales transformadas en restaurantes y bares.
Barranco, en general, está repleto de opciones gastronómicas, así que a la hora de almuerzo tendrás mucho para elegir, sobre todo si caminas por San Martín, Miguel Grau y los alrededores de la Plaza de Armas Barranco; la mayoría de ellos se especializan en los platos locales, pero sabemos que si de gastronomía peruana se trata, nunca será suficiente.
Por la tarde, toma un taxi hasta el Malecón de la Reserva, que recorre la costa de Lima hasta Miraflores; si es verano, no dudes en parar en alguna de las playas para darte un chapuzón. Pero si quieres hacer algunas compras antes de partir, también puedes detenerte en Larcomar, el emblemático centro comercial de la ciudad. Llegada la noche allí mismo tendrás muchísimos restaurantes para elegir, incluso algunos con vista al mar, para que disfrutes así de tu último pisco sour peruano.