Ciento ochenta reclusas de la Cárcel Distrital de Mujeres de esta ciudad forman parte de este proyecto que ya lleva tres meses funcionando exitosamente.

Cuando viajamos siempre pensamos en visitar los monumentos históricos y los atractivos más famosos del destino, hacer algunas compras y salir a comer a un buen restaurante, pero jamás se nos pasaría por la cabeza visitar la cárcel del lugar.

Desde ahora eso puede cambiar, pues hace muy poco en Cartagena de Indias se inauguró un maravilloso restaurant con un menú gourmet que no está ubicado en Bocagrande ni en la Calle del Arsenal, sino en la Cárcel Distrital de Mujeres de la ciudad.

Entre medio de las hermosas casas de la Ciudad Amurallada se encuentra la cárcel de mujeres

Este innovador lugar llamado Interno está ubicado en San Diego, en plena Ciudad Amurallada. En él trabajan las 180 reclusas, de las cuales 30 son garzonas y cocineras, y las demás se encargan de los procesos que hay detrás del funcionamiento del restaurante.

El proyecto es liderado por la Fundación Teatro Interno, que busca apoyar a estas mujeres para salir adelante y reinsertarse en la sociedad. Con el apoyo de numerosos voluntarios, las 180 internas tuvieron clases de protocolo, servicio al cliente, educación financiera, etiqueta, panadería, huerta productiva y aprendieron a cocinar con algunos de los chefs más reconocidos del país.

Las internas han sido capacitadas para cada una de las labores que requiere el restaurante / Foto por BBC Mundo

A cambio de todo esto las reclusas reciben un sueldo y, además, por cada día trabajado se les descuenta un día de condena. Las ganas de todas ellas por hacer de éste uno de los restaurantes más renombrados de Cartagena de Indias ha sido tal, que cada día las mesas se copan rápidamente por lo exquisito (y barato) que es su menú. Por lo mismo se está pensando en crear Externo, donde las mujeres puedan seguir trabajando tras salir en libertad.

Desde ahora, cuando vayas a Cartagena de Indias, podrás disfrutar de un ceviche de corvina, unas carimañolas o un jardín de cocadas con guayaba y maracuyá, pero en una cárcel, cocinado y atendido por reclusas que intentan conseguir una segunda oportunidad. Si te mueres de ganas de visitarlo, ingresa a Faro Travel, la red social de los viajeros, y agrega este sueño a tu bucket list.

Las mesas se llenan muy rápido / Foto por BBC Mundo