El misterio tras la extraña figura captada por Google Maps
Dos amigos se encontraban explorando el mundo a través de los mapas de Google, cuando notaron una curiosa imagen en la mitad del estado de Níger, en África. Al investigar descubrieron algo impresionante.
Google Maps es un servidor que cuenta con imágenes de mapas desplazables, rutas por las calles del mundo y también fotos satelitales de todo el planeta. Precisamente esta última opción que ofrece el sitio era lo que estaban usando dos usuarios cuando se dieron cuenta de que en pleno desierto africano había un extraño símbolo que sobresalía. Decidieron averiguar de qué se trataba y encontraron una gran historia que comenzó en 1989.
El 19 de septiembre de ese año, el vuelo 772 de UTA despegó desde el aeropuerto de Yamena, en Chad, en dirección a París. Sólo alcanzó a volar 45 minutos y una explosión hizo que el avión cayera sobre el desierto del Sahara. Ninguno de los 170 pasajeros sobrevivió.
La investigación del caso arrojó resultados aterradores: el vuelo se estrelló debido a una bomba puesta aparentemente por el Yihad Islámico, que se atribuyó la autoría del atentado. Los restos encontrados permitieron concluir que los explosivos fueron cargados en una maleta en la ciudad de Brazzaville, ciudad desde donde despegó el avión, antes de hacer la primera parada en Chad.
Durante 2007 las familias de las víctimas del atentado se organizaron y construyeron un memorial inmenso a modo de conmemoración del atentado, figura que encontraron los dos jóvenes en Google Maps. El Sahara Memorial tiene 61 metros de diámetro y está hecho principalmente por rocas.
Desde el cielo, el memorial se ve como un avión que se encuentra en el centro de un círculo. Su costo fue de aproximadamente 170 millones de dólares y fue pagado casi en su totalidad con el dinero que recibieron las víctimas a modo de indemnización.
En una de las alas del avión, que fue encontrada a diez kilómetros del lugar de la explosión, se soldaron dos placas con los nombres de los fallecidos en el accidente y, bordeando el círculo, se pusieron espejos rotos, uno por cada víctima.