El gran sueño de darle un giro a mi vida
Este gran sueño comenzó en India, continuará en Sri Lanka, Nepal, Myanmar y el Sudeste Asiático, y terminará en Europa. En total serán un año y tres meses de sorpresas. Por Maximiliano Correa.
No fue fácil lograr que mis papás entendieran. Había tomado la decisión de congelar el último año de universidad e irme a hacer lo que realmente me apasiona: viajar. Me llena de vida, me hace sentir libre y me ayuda a escapar de la clásica rutina colegio-universidad-buen trabajo-buen sueldo-matrimonio-hijos… ¿y luego qué?
Lo que vaya sucediendo se verá en el camino. Quiero dejarme sorprender con las distintas experiencias que pueda coleccionar y con las personas que vaya conociendo.
Y las cosas se fueron dando
Mi gran sueño, ese en el que estoy metido ahora, durará un año y tres meses. La idea inicial era dar una vuelta por la India, pero siempre he estado dispuesto a que las cosas vayan cambiando en el camino.
Llegaría a Mumbai la madrugada del 31 de diciembre, sin saber dónde quedarme. Sin embargo, en el vuelo desde París, mi compañero de asiento –después de varios tragos– me recomendó irme a Goa. “Hay playas, música, fiesta y no es caro”, me dijo.
Y le hice caso.
Al llegar a India tomé un taxi hasta un aeropuerto doméstico, para volar hacia mi nuevo destino (5.25 AM). De buena onda, el taxista me ofreció cambiarme dólares por rupias y, como buen turista, caí en la típica estafa y salí perdiendo.
Llegué a Goa un poco perdido, cuando de pronto apareció un francés que me ofreció compartir taxi. Resultó que él vivía hace 11 años en India, así que llegamos hasta su casa, tomamos su scooter y me llevó hasta un guest house que, según él, sería lo mejor que iba a encontrar. Era un hut con suelo de arena, una cama tapada con un mosquitero y una pequeña lámpara. No necesitaba más.
Esa noche me quedé planeando los siguientes pasos de mi viaje: del sur de India viajaría a Sri Lanka, luego a Nepal y Myanmar, para después pasar al Sudeste Asiático. En diciembre volaré a Europa, donde me encontraré con mi mejor amigo del colegio para cumplir uno de nuestros sueños desde niños: trabajar en Suiza.
Aunque tenía miedo de empezar a moverme, pues no tenía idea de cómo funcionaban las cosas en India, al tomar el primer tren sentí realmente que estaba comenzando mi gran sueño viajero.
En ningún momento me he arrepentido por haber tomado la decisión de darle un giro a mi vida. Hoy es cuando. ¡Deja que el universo te sorprenda!