Puede que suene estúpido, pero durante los tres últimos años las muertes por culpa de los famosos autorretratos han aumentado en exceso. Y por eso te preguntamos, ¿vale la pena arriesgar tu vida sólo por una selfie?

¿Te imaginas lo triste que sería irte de viaje solo y regresar con nada más que fotografías de paisajes y ni una en la que aparezcas tú? Pero peor aún, ¿te imaginas lo triste que sería irte de viaje y morir tratando de tomarte una selfie?

Aunque parezca una broma (pues claro, ¿quién rayos invierte tiempo en investigar esto?), un estudio de la universidad estadounidense Carnegie Mellon estima que en 2016 murieron 76 personas tratando de tomarse selfies en lugares peligrosos y en situaciones extremas, como manejando por una carretera, junto a animales peligrosos o en medio de las líneas del tren, con el ferrocarril de fondo.

¿En serio es tan necesaria la hazaña?

A tanto ha llegado la osadía de algunos viajeros, que muchas ciudades optaron por prohibir este tipo de fotos. En Mumbay, por ejemplo, las autoridades declararon 16 zonas donde las selfies no están autorizadas.

Si bien no podemos negar que nos encanta tomarnos fotografías así para recordar los lugares donde estuvimos, es mejor pensar dos veces si vale la pena arriesgar la vida por una toma. Mientras lo meditas, te dejamos este video, en el que una viajera rusa hace algo bastante poco inteligente para conseguir un par de imágenes para su cuenta de Instagram.