Cuevas ATM en Belize: un mundo maya subterráneo


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Belize tiene la piel negra, crema de coco, reggae sonando de fondo, mar turquesa, corales, selvas frondosas, ruinas mayas y aventura, que se mezclan en una perfecta combinación viajera.

 

Cueva ATM en Belice

La entrada (y salida) a la cueva

Los que amamos los viajes nos pasamos la vida buscando lugares en el mundo donde el cuerpo se sienta realmente en sintonía. No se trata de un solo ingrediente que haga de un destino un buen fondo de pantalla para el computador de la oficina o para la foto de Instagram. El verdadero paraíso para mí es donde todos los ingredientes crean en las medidas precisas una conexión completa con la experiencia. Los lugares soñados no son solo los que se ven bonitos, sino los que se sienten bien. Y Belize es un plato de medidas perfectas, donde las cuevas ATM son la guinda de la torta.

Hoy en día no muchos chilenos se aventuran en esta joya centroamericana. Quizás es el desconocimiento o tal vez el idioma. Sin embargo, sea cual sea la razón, más vale apurarse para sentirse uno de los descubridores de este paraíso que encanta y entrega un sobrecogedor sueño viajero.

Cuevas ATM

Habíamos llegado hace algunos días a San Ignacio, la ciudad al oeste de Belize que sirve de base para conocer uno de los iconos de este país: las cuevas de Actun Tunichil Muknal.

Más conocidas como ATM (y sin duda bastante más fácil de pronunciar), estas cuevas que a la vez son un importante sitio arqueológico, se encuentran a unos 45 minutos de San Ignacio, y están enmarcadas entre la vegetación y la montaña. Un lugar con reliquias mayas sin parangón a nivel mundial y un espectáculo de naturaleza e historia que te deja sin habla.

Las cuevas ATM en Belize guardan piezas de cerámica mayas y esqueletos que, según se cuenta, están ahí porque en esas cuevas se realizaban rituales de muerte. Todo está conservado en perfecto estado por las condiciones que se encuentran bajo tierra.

Para visitar esta cueva contratamos un tour en San Ignacio y nos adentramos en la reserva natural Tapir Mountain, desde donde en pequeños grupos se realiza una caminata de unos 40 minutos en medio de la selva, hasta llegar a la entrada de la gran cueva. Desde ese minuto están prohibidas las cámaras de foto, gracias a lo cual este lugar se mantiene como un secreto muy bien guardado. Hay pocos registros y eso hace que sea muy difícil entender cuáles pueden ser las expectativas al visitar un lugar como este.

La prohibición de usar cámaras se implantó hace algunos años cuando un turista dejó caer la suya sobre un esqueleto de más de mil años, dañando un patrimonio invaluable. En razón de lo mismo, más que preocuparse de registrar la experiencia en fotografías, los sentidos se intensifican para vivirla al máximo.

Crystal Maiden en Belice

En la cueva ATM ese realizaban rituales de muerte / Crédito foto: Flickr.com/veisto


En el corazón de la tierra

La entrada a la cueva requiere un breve nado en un agua de color esmeralda en la cual poco a poco se empieza a ir la luz hasta quedar ciento por ciento oscura. Con un casco bien ajustado y una linterna en la cabeza que te ayuda a encontrar el camino, la exploración comienza en medio de estalactitas y estalagmitas que se han ido formando en largos períodos de tiempo. Seguro que cuando los mayas venían a estos lugares, también se maravillaban con las formaciones rocosas y el sonido de las gotas y el cauce del río, que son el único ruido que interrumpe un silencio y oscuridad absolutos.

Con la Fran, mi compañera de viajes, tuvimos la suerte de que el recorrido fuera exclusivo parra nosotros. En varias ocasiones apagamos la luz de la linterna para sentir la absoluta oscuridad y, en otros casos, caminando con el agua del río subterráneo hasta la cintura nos sorprendimos con algunas cerámicas que se encontraban en los rincones de la cueva.

Cueva ATM Belice

La cueva está llena de estalactitas y estalagmita / Crédito foto: Flickr.com/veisto

Todo tomó un tinte muy aventurero cuando llegamos a la nave principal de la cueva. En este enorme espacio, cientos de cerámicas se reparten en pequeños conjuntos que llevan hasta un sector donde se encuentra un esqueleto conocido como el “Crystal Maiden” que, según la historia, fue sacrificado en un ritual y hoy tiene sus huesos calcificados en una extraña posición.

El recorrido dentro de la cueva duró unas tres horas en las que caminar con el agua hasta la cintura, en absoluta oscuridad y silencio, y entre medio de vestigios mayas, te transportan hacia una de esas experiencias que pocas veces se repiten en la vida. Te sientes un aventurero de los de antaño y cuando al final del túnel vuelves a ver el agua esmeralda y la selva frondosa, entiendes que no hay en el mundo otro lugar como este.

Belize no solo tiene crema de coco, reggae y cálidas personas. Belize tiene uno de los lugares más atractivos para los amantes de los viajes, de esos que aún te regalan la sensación de descubrirlo por primera vez.

Lugar:

Belice

Intereses:

Parques Religiones

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