Ver el desierto más árido del mundo lleno de flores de colores, es una imagen tan impresionante, que todos deberíamos presenciarla al menos una vez en la vida.

En 2016 pasamos susto. Por todos lados llegaban noticias diciendo que durante esa temporada no habría desierto florido por la escasez de lluvia en el desierto de Atacama. Pensamos que el espectáculo más hermoso del norte de Chile peligraría para siempre por los efectos del cambio climático.

Si esta imagen te parece asombrosa, ¡espérate a verla en persona!

Sin embargo –y al margen de todos los desastres que ha dejado a su paso–, el fenómeno de El Niño nos devolvió la esperanza y, anticipadamente, desde mediados de julio el desierto chileno se convirtió en una impresionante alfombra de flores.

Según los expertos, este espectáculo de la naturaleza tendrá su peak histórico, prometiendo ser el más grande y colorido que se haya visto en los últimos 20 años. Todo gracias a las miles de añañucas, huilles, suspiros, orejas de zorro, lirios, malvillas, coronillas del fraile y patas de guanaco, entre otras especies.

Hay flores de todos los colores

Para ver esta impresionante postal hay que viajar a lugares estratégicos de la Tercera y Cuarta Región de Chile, como el Parque Nacional Pan de Azúcar, el Parque Nacional Llanos de Challe y los alrededores de la carretera que transcurre entre Copiapó y Vallenar.

Si sueñas con ver el desierto florido, ¡apúrate, que no durará muchas semanas!

No sólo la Panamericana Norte es el escenario de este fenómeno, sino también los caminos aledaños