Colorado Springs, siempre en el corazón


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Cualquier universitario al que le guste viajar y le pegue un poco al inglés tiene que vivir esta experiencia. Participar del programa Work & Travel me permitió conocer gente de muchos lugares del mundo, abrir mi mente a otras culturas y tener mi primera y única blanca Navidad. Por Andrea Gutiérrez.

 

Invierno en Colorado Springs

Nuestro hogar en Colorado Springs

Ya han pasado casi siete años desde que viví una de las experiencias más lindas, enriquecedoras e inolvidables de mi vida. Con mi amiga Claudia estábamos en el penúltimo año de la carrera de Traducción Inglés – Español y al fin nos decidimos a viajar para perfeccionar el idioma. Averiguamos todos los requisitos y en diciembre de 2008 nos fuimos a Colorado Springs. Llegamos a vivir a un departamento con otras dos chilenas que no conocíamos, pero nos tomó poco tiempo convertirnos en las mejores partners.

A fines de diciembre, todavía con un poco de nostalgia por Chile y la familia, el paisaje ayudó a superar cualquier melancolía. Ver los árboles y las casas cubiertas de blanco, caminar sobre la nieve y respirar ese aire frío todos los días era una experiencia completamente nueva. Por fin pude tener una blanca Navidad y por fin los villancicos tuvieron sentido.

Hotel The Broadmoor

Hotel The Broadmoor, nuestros lugar de trabajo

Trabajo y carrete

El hotel The Broadmoor, donde trabajamos, era demasiado lujoso. A mí me tocó trabajar de housekeeper (mucama) y a mi amiga Claudia de steward (lavaplatos). Nuestros uniformes eran horribles y parecían pijamas, pero nos daba lo mismo.

La mejor parte del día era después del trabajo, porque no nos faltaba qué hacer y teníamos fiestas todos los días. Jamás imaginamos que fuéramos a tener una vida social tan activa gracias al grupo grande que formamos. A veces el carrete era en nuestra casa, en la de las argentinas, en la de los puertorriqueños, en la de los húngaros o en algún pub o disco.

Las anécdotas fueron muchas: multas por ruidos molestos, la policía deteniendo la fiesta, pasaportes perdidos o iPods robados por el pololo gringo –porque eso sí hay que mencionarlo: las latinas la llevan en USA, o por lo menos en Colorado, y casi todas tuvimos un pololo gringo, húngaro o puertorriqueño–.

McCabe's Tavern Colorado Springs

Chilenos y argentinos en McCabe’s Tavern.

Lección aprendida

Sólo hay una cosa de la que me arrepiento enormemente: no haber visitado tantas ciudades cercanas como lo hicieron los demás. Sólo me escapé por unos días a visitar a la Dani (otra amiga chilena que estaba trabajando en Estados Unidos) a Vail, un paraíso en medio de la montaña. Ahí pudimos esquiar (o hacer el intento) y ver unos paisajes nevados maravillosos.

Los demás chicos siempre armaban grupos y organizaban viajes a lugares como el Gran Cañón, Las Vegas, Nuevo México, Los Ángeles ¡y Hawai! Yo no iba a esos viajes porque no podía gastar plata, ya que debía devolver el dinero que me había conseguido para los pasajes a Estados Unidos. Pero si en ese entonces hubiera tenido la mentalidad que tengo ahora, no me habría perdido ninguno de esos viajes, pues ahora sé que la plata siempre se recupera, pero estar en Colorado y tener la misma oportunidad de conocer todos esos lugares no se ha vuelto a repetir.

Así que la lección que aprendí es que cada vez que visito una ciudad nueva tengo que hacer todo lo que quiera e ir a todos los lugares que me den ganas, ya que nunca se sabe si volveré a estar ahí en el futuro.

Intereses:

Fiesta Nieve

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