Bután, la tierra de felicidad
Si quieren conocerse a sí mismos, Bután es perfecto. Además, es el lugar para encontrar el verdadero significado de viajar, y enamorarse de su naturaleza y tranquilidad. Por Marudhar Karan Singh
Si tienes un sueño que desees con tu alma, la naturaleza se va a encargar de cumplirlo. Eso fue lo que me pasó a mí cuando la vida me dio la oportunidad de viajar a Bután, un país que se debe visitar antes de morir.
Fue un viaje maravilloso, difícil de explicar con palabras. Lo que sí les puedo decir es que, si quieren conocerse a sí mismos, Bután es perfecto. Además, es el lugar para encontrar el verdadero significado de viajar, y enamorarse de su naturaleza y tranquilidad.
Bután es un país feliz y eso se nota en la cara de las personas que allí viven. De eso se preocupó el rey Jigme Singye Wangchuck cuando creó el índice de Felicidad Interna Bruta (FNB), quien le entregó en vida el trono a su hijo, algo que sin tener el alma llena de felicidad no habría sido posible.
El Reino del Dragón aún mantiene su cultura, tradiciones, costumbres y religión pero, sobre todo, un gran respeto por el alma. Por eso, en Bután es fácil sentir la relación entre los humanos, la naturaleza y la religión. En muchos lugares se mantienen en pie los dzong, fortalezas que fueron –o siguen siendo– monasterios budistas. En uno de ellos se encuentra también la sede administrativa del reino.
Un gran ejemplo de las tradiciones es el vestuario que usan para el trabajo, pues son los trajes nacionales de Bután. Mientras los hombres llevan el Goh, las mujeres usan el Kira. Cabe destacar, también, que en este país las mujeres tienen un importante papel dentro de la sociedad.
Bután es perfecto para quienes les gusta combinar naturaleza, cultura, aventura y religión. Es un país con muchos valles, montañas, ríos, monasterios, templos y mucho verde. ¡Es increíble el juego que se crea con la niebla, las montañas y los árboles, escuchando la música de naturaleza!
Todo ello lo convierte en un lugar perfecto para los amantes de la fotografía, pues los maravillosos paisajes son realmente inspiradores.
Algunos datos
Me gustaría viajar a Bután una y otra vez, aunque es un poco caro. Sin embargo, en una semana puedes visitar Pario, Timbu y Punakha, tres de las mejores ciudades del país por sus fortalezas, templos, monasterios, museos, bibliotecas y paisajes.
Además se puede visitar el monasterio de Taktshang (Tiger Nest), al que se llega tras unas tres horas de trekking por la montaña –que incluye una escalera de 900 peldaños–. En el camino te encontrarás con una fuente que tiene agua sagrada.
Algunos datos que debes tener en cuenta:
– Bután es muy seguro, pues el turismo tiene un papel importante en su economía.
– Si bien cuesta un poco llegar, en el aeropuerto internacional de Paro aterrizan vuelos desde Bangkok, Delhi y Katmandú.
– La mejor época para visitar este país es entre septiembre y mediados de diciembre. Luego vienen la época de nieve, la temporada alta y, entre junio y agosto, los monzones.
– La comida es muy picante, pues usan mucho el ají.
Lo que te he contado es sólo una pequeña parte de mi viaje a Bután. Y, como es difícil explicar la experiencia con palabras, te invito a conocer este misterioso país que de seguro será un gran viaje en tu vida. ¡Bután, la tierra de la felicidad, está esperando por ti!