Buceo bajo las estrellas en Koh Tao


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Superar todos los miedos, conocer nuevas especies y depender de una pequeña linterna para hacer buceo bajo las estrellas. Algo así fue mi aventura submarina en Koh Tao.

 

Buceo en Amed, Indonesia

Open Water en Amed, Indonesia

En algún momento les conté de mi luna de miel en San Andrés, Colombia. Felipe buceaba como si fuera un pez más y yo, en cambio, lo hacía asustada apretando la mano del instructor. Fue una linda experiencia, pero admito que tuve miedo. Y la mejor forma de superarlo fue intentarlo una y otra vez.

En Amed, Indonesia –nuestro tercer país de la vuelta al mundo–, Felipe logró convencerme de que hiciéramos el curso de buceo Open Water. Allí tuvimos la suerte de tener a Roxy como instructora, quien, con toda la paciencia del mundo, logró que me olvidara de mis aprensiones, dejara de lado mis limitaciones y me enfocara en mis habilidades. Mi constante miedo cuando se me llenaba la máscara de agua, fue quedando atrás y, con orgullo, terminé el curso y me transformé en una fanática del mundo submarino.

Buceadores avanzados

Un mes después, ya en Tailandia, comenzábamos el curso Advance Open Water, esta vez en español con la lindísima Eva de instructora.

Buceo en Amed, Indonesia

Amed, Indonesia

Debíamos elegir nuestras especialidades y los dos sabíamos que una era irremplazable: el buceo nocturno. El primer día del curso fue intenso y agotador, e incluía serían tres inmersiones, la última de noche.

Comenzó a bajar el sol en Koh Tao mientras preparábamos nuestro equipo arriba del barco. De un gran salto entramos al agua y, sin esperarlo, empezaron los problemas. Felipe no lograba bajar, pues al saltar al agua se le cayó el cinturón de pesos. Mientras Eva volvía al barco a buscar otro, nos agarramos de una boya sin ver mucho.

Al segundo intento me di cuenta de que mi máscara me quedaba demasiado grande y me entraba agua que no lograba sacar. Volvieron todos mis nervios, así que tuve que subir a cambiarla en forma urgente.

La tercera sería la vencida. Ya completamente de noche, las estrellas nos acompañaron en nuestro descenso. Todo estaba oscuro y sólo tres linternas iluminaban sutilmente la inmensidad submarina que se veía más desconocida que nunca.

Instructora de buceo

Con Eva al finalizar el curso Advance. Crédito: Divin OxiGen

Llegamos al fondo y nuevos peces aparecieron frente a mí. Entre estos cazadores noctámbulos con visión especial vi mantarrayas azules con amarillo y pequeños peces que agradecían nuestra luz para escapar de sus depredadores.

Encontramos un espacio de arena donde poder pararnos y Eva nos hizo la señal de apagar nuestras linternas. En medio de la oscuridad absoluta algo brillaba. Movimos nuestras manos y el plancton apareció como luciérnagas bailando a nuestro alrededor. Me sentí parte de la ciencia ficción de Veinte mil leguas de viaje submarino.

Al terminar nuestro buceo, comenzamos a ascender hacia un foco que nos llamaba. Era la luna, que nos recibía felicitaba por esta nueva prueba superada con creces.

Lugar:

Tailandia

Intereses:

#ViajerosFaro Buceo

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