Aventura y paz en Chiang Mai

 

Ubicada al norte de Tailandia y conocida como la ciudad espiritual, se levanta Chiang Mai. Su cultura e historia la hacen interesante y sus variadas actividades son excitantes. Elefantes, tigres, mariposas, orquídeas y un maravilloso templo sobre la montaña forman una experiencia inolvidable.

 

Tenía tanto que hacer y tan poco tiempo, que tuve que concentrar en sólo tres días la mayor cantidad de actividades que el cuerpo me permitiera. Y no me arrepiento en lo más mínimo de los lugares que elegí; abrieron mi mente y mi corazón, me cambiaron radicalmente y hoy puedo decir que soy un ser más conectado.

Un día con Pearl

Si quieres una vivencia única con los elefantes, te recomiendo que vayas a Patara. Llegué ahí gracias a TripAdvisor, pues quería ver a los animales en su hábitat natural, no en un espectáculo de circo. Si bien es lo más caro que hice en Tailandia (unos US$ 200), es tan hermoso que volvería a Chiang Mai sólo por esto.

Francesca alimentando a Pearl

Alimentando a Pearl

 

A las 7 AM partí rumbo a una montaña cubierta por la selva donde vi los primeros elefantes. Me encontré con una madre y su pequeña cría, a los cuales acaricié y alimenté con trozos de palma. Luego me vestí con ropa típica de la zona y me pasaron un elefante para que lo cuidara todo el día, alimentándolo, cepillándolo, y revisando su sudoración, heces y pelaje.

A mí me toco Pearl, una hembra de 16 años, muy cariñosa y hambrienta, que pronto comenzaría el trabajo de convertirse en madre. Paseé por la montaña sentada sobre su lomo y jugamos como niñas en el río tirándonos agua mutuamente. Entendí su esencia y nos conectamos. La quiero y la extraño.

 

Francesca junto a un tigre

Peligroso amor en Tiger Kindom

Otra entretenida vivencia ocurre en Tiger Kingdom, sobre todo para mí, que desde pequeña quería convertirme en tigre. Se paga un ticket según el tipo de tigre que se quiere ver (pequeños, chicos, medianos y grandes), pero yo recomiendo ver los más grandes, de entre dos y tres años (el tope de edad para relacionarlos con turistas sin que los vean como almuerzo). Los más pequeños tienen aproximadamente tres meses y son tan tiernos que querrás llevarte uno a casa.

Conexión

En Chiang Mai se encuentra uno de los templos budistas más importantes de Tailandia, el Wat Phrathat Doi Suthep, ubicado en la cima de una montaña. La vestimenta apropiada es la misma que en los otros templos del país: las mujeres no pueden mostrar sus hombros ni piernas, pero te prestan ropa a cambio de una donación de dinero.

Fue allí donde mi alma cambió para siempre. Sólo con recordar mis pasos, la piedra caliente que fundía mis pies descalzos como enraizándolos con el núcleo de la tierra, vuelven a mí todas las sensaciones y sentimientos, y mis ojos se llenan de lágrimas.

Estatuas de buda en Wat Phrathat Doi Suthep

Luz dorada de Wat Phrathat Doi Suthep

Me acerqué a una pareja que batía un cilindro con varas, y me explicaron que debía pedir un deseo y sentirlo muy fuerte, sin soltar la idea mientras sacudía las varas hasta que una se cayera del tubo y tocara el suelo. De ella saqué un papel que llevaba escrito un proverbio que respondería a mi deseo.

Al leerlo mi piel se erizó. Luego, un monje me entregó un trozo de algodón que debía usar por mínimo tres días como pulsera, y me bendijo. Rompí en llanto. Él sabía lo que me pasaba en ese momento. Me bendijo y luego me dijo: “Todo va a estar bien, vas a ser muy feliz”.

Todo ha salido increíble desde entonces. Soy inmensamente feliz, estoy agradecida de la vida y del amor que me rodea, y estoy segura de que así seguirá siendo. Gracias Tailandia por todo lo que me enseñaste; gracias vida por la oportunidad de disfrutarlo.

Un dato cultural:

Los monjes no pueden tocar a las mujeres ni recibir algo directamente de ellas. Si quieres sacarte una foto con ellos, sólo debes pedirlo respetuosamente, agradecer y regalar una sonrisa.

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