Mediante pequeñas y entretenidas labores medioambientales podrás tener unas vacaciones de lujo y cuidar el entorno al mismo tiempo.

Cuando nos vamos de vacaciones a un lugar paradisíaco lo único que queremos es descansar, olvidándonos del enorme impacto que generamos en el medioambiente. Por eso, la marca de resorts de lujo Soneva decidió cambiar la rutina de sus huéspedes, dándoles un premio a quienes compatibilicen esas vacaciones de lujo con el cuidado del entorno.

En su campaña Stay for Good, la cadena los invita a hacer una serie de simples trabajos que aportan al cuidado de la naturaleza y enriquecen a las comunidades locales. ¿A cambio de qué? Nada más y nada menos que noches gratis.

Maldivas – Sueños viajeros

El Soneva Fushi, en Maldivas, premia con cinco noches a todos los pasajeros que ayuden a los jardineros a mantener las huertas, cultiven bancos de semillas, fabriquen ladrillos sostenibles, hagan snorkel con biólogos marinos para identificar tortugas y tiburones, participen en la limpieza de las playas y trabajen con comunidades cercanas.

El otro resort que se adhirió a esta filosofía ecológica es el Soneva Kiri, ubicado en Koh Kood, Tailandia, y ofrece tres noches gratis por cumplir algunas de estas tareas: identificar y registrar especies raras de flora y fauna, aprender sobre el cultivo de frutas tropicales, producir miel, aprender cómo convertir los desechos en riqueza, participar en proyectos de limpieza de arrecifes y manglares, y contribuir con iniciativas de educación en la isla.

¿Qué tal el panorama en Maldivas? – Sueños viajeros

Para acceder a este beneficio, ambos hoteles exigen una estadía mínima de cinco y tres noches, respectivamente. Si consideras que las habitaciones fluctúan entre los 900 y 1.800 euros por noche, hacer alguno de estos trabajos para conseguir varias noches extra no se ve como algo muy sacrificado.

El cambio climático es el peor enemigo de nuestro planeta, así que en Faro Travel apoyamos todas las iniciativas para luchar contra él, ¡mejor aún si es viajando!

Koh Kood no anda nada de mal – Sueños viajeros