Aprender a cocinar viajando
Una de las cosas que más disfruto cuando viajo es tener la posibilidad de explorar mercados, saborear la comida callejera y descubrir nuevos platos e ingredientes. Y qué mejor manera de hacer todo esto (y más) que tomando una clase de cocina local durante tu viaje.
En mi último viaje por el Sudeste Asiático decidí que además de saborear hasta el último rincón, quería aprender a cocinar algunos platos típicos de la zona para poder prepararlos a la vuelta. Es por esto que averigüé sobre algunas clases de cocina en Bangkok, Tailandia (donde íbamos a estar varios días) y me encontré con la grata sorpresa de que no solo había una clase, sino más de 20 opciones para elegir.
Gracias a TripAdvisor la tarea no fue difícil. Reservé en una de las escuelas mejor rankeadas de Bangkok, llamada Sompong Thai Cooking School, para una clase que duraba toda la mañana por solo 1.000 bath (aproximadamente 30 dólares).
La experiencia fue genial; visitamos el mercado local acompañados de un guía de la escuela, nos enseñaron sobre los ingredientes locales que se utilizan en los platos más populares, compramos algunos productos para la clase y nos llevamos una impresión general bastante completa para partir.
Me gustó mucho la dinámica de la clase, porque se aprendía haciendo y no mirando (como es común en Occidente). Aprendimos a hacer curry desde cero, picando y moliendo cada uno de sus ingredientes, una riquísima sopa con leche de coco y un delicioso postre llamado mango sticky rice.
En la clase había gente de todo el mundo (solos, acompañados o en familia) y de todas las edades, lo que lo hacía súper entretenido. Tanto me gustó la experiencia, que decidí repetirla en Vietnam e Indonesia.
En Hoi an, Vietnam, tomé una clase de cocina en Thuan Tinh Island, que además de llevarnos de paseo por el mercado incluía un paseo en bote hasta la isla donde se hacía la clase, un lugar precioso rodeado de vegetación. El grupo esta vez era con personas de mi misma edad, por lo que disfrutamos muchísimo la clase. Aprendimos a cocinar la popular sopa pho, unos rollitos vietnamitas envueltos en papel de arroz, un panqueque en base a leche de arroz delicioso y una fresca ensalada vietnamita. Con esta clase pude entender un poco mejor la esencia de la comida local, que ocupa como ingrediente principal el arroz y sus derivados, y se combina con hierbas aromática que le aportan frescura y sabor a los platos. Si quieres saber más sobre esta clase te invito a leer aquí.
En Bali, Indonesia, tomé mi tercera clase, esta vez en Paon Bali. Al igual que en mis otras experiencias, tomé la clase de la mañana para poder ir al mercado. Después fuimos a los campos de arroz para entender un poco mejor la manera en que éste se planta y cosecha. A pesar de que esta vez el grupo era más grande que en mis experiencias anteriores, igualmente disfruté mucho la clase. Aprendimos a cocinar varios platos, entre ellos atún envuelto en hojas de plátano, chicken satay y una ensalada de tempe frito que estaba realmente deliciosa. Cocinamos en pareja y luego nos sentamos todos alrededor de una gran mesa a disfrutar nuestras preparaciones, una entretenida manera de terminar la clase y conocer gente.
Tomar clases de cocina en cada uno de estos lugares fue sin duda una excelente forma de conocer y aprender sobre la cultura gastronómica de cada lugar. Si eres un amante de la comida como yo, no dejes de averiguar sobre las clases de cocina que ofrece el destino donde pasarás unos días. Te sorprenderás con lo entretenida y enriquecedora que puede llegar a ser esta experiencia.