Es una enfermedad y debes asumirla. Pero, ¿cuál es el problema de tenerla, si no te va a matar? ¡Nosotros seremos los primeros en apoyarte!

Comienza a hacer memoria y recuerda cuántas veces te han pedido que sientes cabeza, que te consigas un trabajo estable y que empieces a ahorrar para tu vejez, en vez de andar gastándote el dinero en viajes. Seguramente muchas, ¿verdad?

Si es así, es muy probable que tengas una fuerte adicción a tomar aviones, explorar nuevas culturas, conocer personas de todo el mundo y jamás volver a tu punto de origen. En pocas palabras, posiblemente seas un adicto a los viajes. Si no lo tienes claro, mira estos ocho síntomas que te ayudarán a saber si tienes o no esta enfermedad:

1. Sientes nostalgia de tus viajes anteriores

Te dan ganas de romper la pantalla en mil pedazos cada vez que Facebook te recuerda un viaje que hiciste hace años. Cuando te encuentras con esa foto darías lo que fuera por volver a ese momento y lugar.

Fotos = nostalgia

2. Comienzas a pensar en tu próximo viaje cuando aún no termina el otro

La fila para pasar por policía internacional al volver a tu país es el momento más deprimente de tu viaje. Así que durante esa larga espera comienzas a pensar en cuál será tu próximo destino.

El aeropuerto es el mejor lugar para pensar en el siguiente destino

3. Pasas gran parte del día buscando ofertas

Estás suscrito a cuanto buscador de vuelo existe para que te avise cuando aparece una nueva oferta. Además, más de alguna vez has caído en la tentación, comprando un pasaje a un destino que ni siquiera tenías en mente, simplemente porque el pasaje estaba barato.

¿Oferta? ¡Vamos!

4. Tus prioridades no son las de todo el mundo

No te interesa ahorrar para tener un auto, comprarte una casa ni tampoco para cuando seas un anciano. Prefieres andar con las zapatillas gastadas que invertir en unas nuevas, porque todo el dinero que hay en tu cuenta está destinado para pagar el viaje siguiente.

Cada pesito se va al fondo viajero

5. Todo es inspiración para tu próxima aventura

Las películas, los libros, las noticias, las fotos de Instagram de tus amigos. Cualquier descripción o imagen de un buen lugar en el mundo hace que éste pase inmediatamente a tu bucket list viajera.

Todo es inspiración viajer

6. Te aterra tener un trabajo estable

No te atreves a comprometerte con un trabajo, pues sabes que en cualquier momento te bajará la desesperación por irte de viaje, pero no podrás renunciar así como así.

¿Trabajo estable? No, gracias

7. Eres experto en armar tu mochila

La has hecho tantas veces, que ya tienes clarísimo qué es lo que debes llevar. Eres capaz de tenerla lista en sólo veinte minutos sin que se te quede nada y no necesitas hacer magia para que te quepa todo, porque ya adquiriste la técnica.

Eres un experto en hacer mochilas

8. Tu pasatiempo favorito es leer artículos de sitios como este

Y eso nos hace inmensamente felices, porque todo lo hacemos pensando en ti y en la manera de alimentar esta adicción, para que hagas lo que realmente te gusta: viajar.

Estés donde estés, siempre andas leyendo información viajera