7 fases por las que pasamos todos los viajeros

 

Antes, durante y después de vivir una aventura de aquellas, nuestra mente pasa por demasiadas emociones que van y vienen. ¡Atención viajeros adictos!

 

Como en todo vicio, los adictos a los viajes pasamos por varias etapas desde que comenzamos a pensar en nuestra próxima aventura, hasta que volvemos a la realidad. Así que si estás tan enfermo como nosotros, podrás entender a la perfección las siete fases que te mostramos a continuación:

1. Ilusión

Comienza a invadirte cuando llevas un buen rato sin viajar. Las fotos de tus amigos que están viajando te provocan envidia poco sana y te desesperas porque no tienes vacaciones o dinero… o ninguno de los dos. Sin embargo, aprovechas este tiempo para encontrar el destino ideal para tu siguiente aventura.

Hombre joven sentado frente a una ciudad

Justo el momento en el que comienzas a pensar en tu próximo destino

2. Inseguridad

Cuando ya te decidiste por un destino, entras en pánico al pensar cuánto dinero gastarás y empiezas a pensar en lo irresponsable que serías si no lo inviertes en cosas que podrían parecer más importantes. Sin embargo, cuando eres adicto a viajar siempre gana esta opción (sobre todo si se te cruza una muy buena oferta en el camino).

Hombre comprando por internet

¿Comprar o no comprar?

3. Euforia

Ya aprestaste el botón de “pagar” y los pasajes son tuyos. No hay vuelta atrás, así que lo único que queda es planificar el viaje. No importa si quedan seis o dos meses; ya tienes la certeza de que harás realidad uno de tus sueños, así que la euforia se apodera de ti.

Mapa

Planificar, planificar y planificar

4. Ansiedad

Quedan dos meses para tu esperado viaje y lo único que haces es tachar los días del calendario, rogando para que esas semanas pasen rápido. No te importa quedarte horas extra en el trabajo, porque en poco tiempo te irás de allí y nada podrá arruinar tus vacaciones. El problema es que el tiempo comienza a pasar más lento que nunca y la ansiedad hará que quieras ir a dormir al aeropuerto.

Escritorio

Ese momento en el que amas y odias el calendario

5. Miedo

Claramente será peor si emprendes esta aventura en solitario, pero siempre habrá una cuota de miedo por enfrentarte a lo nuevo. ¿Y si no me dejan entrar al país? ¿El hotel quedará en un barrio seguro? ¿Me las podré arreglar con el idioma? ¿Me alcanzará el dinero que tengo presupuestado? Miles de preguntas así te atacarán durante el día antes del viaje, a hasta que llegues a tu destino.

Mujer mirando por la ventana de un avión

Es imposible no sentir miedo frente a cosas nuevas

6. Felicidad absoluta

Sin duda es la mejor fase de todas, pues es lo que te ocurre durante todo tu viaje. Las experiencias vividas, las personas conocidas, los aprendizajes, las risas, los sabores, los colores, los olores y los sonidos se combinan para que lo único que sientas sea una felicidad absoluta.

Pareja en una montaña

Cuando estés viajando, nada puede quitarte la felicidad

7. Nostalgia

Comienza con la espera en el aeropuerto para tomar el vuelo de regreso. “Y pensar que hace una semana, a esta misma hora, estaba tomando sol en una playa desierta” serán algunos de los pensamientos masoquistas que darán vueltas en tu cabeza durante varias semanas, hasta que regreses a la fase 1 y todo vuelva a comenzar.

Persona viendo fotos

La peor nostalgia es la que aparece cuando ves las fotos del viaje

Intereses:

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